De este modo se experimenta un estado alterado de existencia, un momento de éxtasis resultante del viaje hacia adentro de uno mismo en un estado de concentración y fusión, mientras se ve en el exterior la expansión mayor y menos detallada. Este modo sosegado de iluminación es sugerido por las imágenes y las formas arquitectónicas en transición del templo de Borobudur, por ejemplo, donde se pasa de las imágenes figurativas a las abstractas, para volver a las primeras. La experiencia de este intercambio entre el mundo de lo puramente abstracto y lo realista o naturalista es uno de los aspectos del arte de metaforar.

La metaforación del templo fluye entre esos mundos complementarios; la sustancia material se entremezcla en la mente transmutable, donde todo lo imaginable parece posible. El pintor no-objetivista Wassily Kandinsky denominó a esos mundos los polos de la gran abstracción y el gran realismo. Kandinsky comprendió que Los polos abren dos sendas que conducen a una sola meta: la unidad. Al describir esa unidad del realismo abstracto, nuestras descripciones se vuelven difusas e indefinidas.

Las metaforaciones, entonces, implican relaciones entre cosas que no podemos comparar explícitamente o equiparar literalmente. Por ejemplo, cómo describiríamos la noción platónica de Alma del Mundo que aparece en el diálogo mítico del Timeo? Cómo un cuerpo etéreo flotante sin forma ni límites distintos? Cómo una figura alargada y ondulante en parte humana y en parte cosmos – al estilo de El Greco, el pintor español del siglo XVI? Ninguna de estas imágenes es lo suficientemente rica como para representar el significado completo de esta expresión. Y, sin embargo, tenemos una sensación de lo que significa, así como tenemos alguna idea de lo que Platón quiere decir cuando escribe sobre nuestro universo racional ordenado según un propósito. Algún mecanismo milagroso del sistema nervioso central, desconocido para todos, nos permite tomar dos cosas que en sí mismas tienen significados distintos (en este caso, Mundo y Alma) y relacionarlas de un modo que crea un nuevo significado vinculante.