Las metáforas fueron particularmente valiosas en estos y otros descubrimientos, en cuanto demostraron qué similares suelen ser los modelos de cosas desiguales. Los modelos de la forma como funciona una cosa pueden utilizarse para describir los funcionamientos de otras cosas muy diferentes. De ese tipo fueron las comparaciones de la mecánica de una bomba con la del corazón humano (da Vinci), de la mecánica de un reloj con la dinámica del cosmos (Descartes), de una fábrica con las operaciones de la mente humana (Leibniz) o de un ordenador con el cerebro (Turing).

 

Hay innumerables ejemplos de metáforas comunes que fueron fuente de ideas extraordinarias. Dos de las citadas con mayor confianza en el dominio de la ciencia son los descubrimientos de Isaac Newton y Albert Einstein. A los 22 años, Newton observó la caída de una manzana desde el árbol. El mismo fenómeno tal vez ya había sido presenciado casualmente por millones de otras personas, algunas de las cuales, nos dicen los historiadores, ya habían concebido una fuerza como la de la gravedad. Pero Newton fue el primero en atreverse a conjeturar que en los planetas y las estrellas debería estar actuando una fuerza similar. Esa conjetura permitió al hombre llegar al espacio exterior. Tal vez pueda también ayudarnos a conceptualizar las influencias de las fuerzas gravitacionales actuantes dentro de las mentes humanas y entre ellas. Sin duda, mientras continuemos definiendo la naturaleza ambigua de la gravedad, a la vez adquiriremos conocimientos sobre la gravedad de la ambigüedad, descubriendo de qué modo la mente gravita hacia ciertas materias de pensamiento y creaciones.

Como hemos leído en incontables relatos, a los treinta años Einstein emprendió el proceso de la metáfora cuando se vio a sí mismo cabalgando sobre un rayo de luz; en efecto, se convirtió en parte del rayo mientras experimentaba el sistema que intentaba describir. La experiencia cinestésica condujo a Einstein a conceptualizar la relatividad, y a formular sus especulaciones matemáticas sobre la relación entre la materia y la energía, el espacio y el tiempo. Es como si los sensorios de estos dos descubridores hubieran estado completamente abiertos al tránsito y el alcance de la metáfora.