Una decisión es ética si mejora el amor propio, desarrolla la integridad personal y la integridad en las relaciones, disuelve las barreras ficticias entre la gente, crea un núcleo de confianza genuina en uno mismo y en los demás, y facilita la realización de las posibilidades humanas sin originar daños a terceros.
Una decisión no es ética si, como resultado de ella, una persona es explotada y utilizada como un objeto; si la vida es amenazada para propósitos ulteriores; si se edifican barreras entre la gente; si las posibilidades humanas son despreciadas, aplastadas o pasadas por alto, y si no existe posibilidad de escoger libremente.
El sistema de valores de una persona puede ser juzgado por la forma en que ésta se relaciona con todas las cosas. La persona con ética establece una relación mejor,
práctica, factible e interesada con su ambiente total.
La supervivencia y el desarrollo continuo del hombre dependen no solamente de cómo efectúa transacciones con sus semejantes, sino también de cómo se relaciona con el resto de su medio ambiente. El mundo inanimado, que incluye rocas, agua y aire, y el mundo animado de las plantas y de los animales están a merced del hombre. Él tiene poder para disfrutados, mejorarlos o destruirlos. Cuando hace mal uso de ellos, contaminando el aire y las corrientes de agua, volviendo yerma la tierra, causando la extinción de especies animales, o alterando el equilibrio ecológico, es la existencia del hombre y su continuación como raza la que está, a la larga, amenazada. La explotación innecesaria por el hombre de su propio medio ambiente puede condenarle a un trágico final.
Una persona ética no descarta los problemas o su significado, Por el contrario, asume que ella junto con los demás puede resolverlos. Se ocupa de sus propios problemas personales, de los de la comunidad y de los problemas mundiales de interés general, como la superpoblación y las guerras que traen muerte y desesperanza a millones de personas. Reconoce que la apatía es consentimiento en asuntos como la mortalidad infantil, el maltratar niños, la decadencia urbana, y las prácticas injustas en asuntos laborales, educativos, y en la necesidad de viviendas. Se indigna ante los perjuicios y las injusticias sufridas por la humanidad e intenta hacer algo al respecto.