Buda el gran símbolo oriental de esta unidad, era representado en un principio como una rueda de doce radios. En occidente, Cristo se representa a menudo como centro de un mandala con los cuatro evangelistas. El mandala representa un antiquísimo símbolo de la divinidad y del cosmos. Todos los filósofos de la naturaleza quisieron representar de alguna forma la divinidad. Con Platón y Plotino, aparece claramente establecido que esta imagen primordial, es el movimiento circular propio del alma y del espíritu que rige todo.
El cosmos mismo es una esfera perfecta, como copia del organismo, del ser. Plotino lo demostró matemáticamente y fue transmitida por él a la Era Cristiana: centro de todo ser es lo Uno que irradia por todos lados hacia el infinito. Este Uno está rodeado por la envoltura esférica correspondiente al “alma del mundo”, (ánima mundi), y alrededor de ella, por el cosmos visible. El centro es la esfera espiritual que es
en sí misma unidad, totalidad, divinidad.
Con el tiempo esa imagen del mandala evolucionó de esfera referida a la divinidad, al cosmos o al alma del mundo, a convertirse en el símbolo del alma individual y finalmente en imagen del “yo ideal” o” yo absoluto” o Sí mismo, que está en contraposición con el yo empírico.
En su sueño del radiolario vemos que esta imagen se reveló a sí misma de un modo activo. Para muchos místicos, entre ellos Eckhart, el hombre es portador de una chispa divina, es por eso que para ellos es importante el autoconocimiento, no egocéntricamente subjetivo del yo acerca de sí mismo, sino en un sentido del conocimiento de este “fondo del alma.” El mandala se diferencia de la imagen de un dios personal por su aspecto femenino y por su índole matemático- geométrico. Su esencia alude a orientación en el caos, a sentido y a orden.
Jung construyó una torre redonda en cuya entrada grabó la inscripción “El Santuario de Filemón – La penitencia de Fausto”. Siempre manifestó que su impulso estaba más por el respeto a los derechos humanos, la historia del espíritu y la continuidad de la cultura.