La regla se verificaba con la realidad ordinaria: debía verificársela confirmándola pragmáticamente en forma experimental. La corroboración se podía efectuar en la realidad ordinaria y no ordinaria.

Para verificar la regla de una manera adecuada debía tenerse varios encuentros con el aliado porque estaba directamente proporcional con la calidad de su resultado.

Características específicas de la realidad no ordinaria
Es utilizable, porque su objetivo era buscar un conocimiento práctico. Los motivos personalistas no eran aceptados. La realidad no ordinaria tenía elementos componentes que estaban constituidos por los detalles, las acciones y los hechos que el aprendiz percibía con sus propios sentidos, como el contenido de un estado de realidad no ordinario.

Estos componentes tenían tres características: estabilidad, constancia y singularidad. No desaparecían ni se movían como los componentes de los sueños ordinarios, cada detalle era algo aislado, como si aparecieran uno por uno.

Carencia de consenso ordinario
Se refiere al acuerdo implícito que los hombres se proporcionan de diversas maneras en la vida cotidiana. Para los elementos componentes de la realidad no ordinaria, el consenso ordinario era inalcanzable.

La regla se corroboraba por consenso especial para explicar la regla. El único concepto indispensable era
la idea de que se corroboraba por consenso especial. Hacer contacto con el aliado era consecuencia de haber sabido manipularlo, a través del proceso de corroborar la regla en la realidad no ordinaria, en forma pragmática y experimental, basado en los elementos que se percibían en esa realidad. Los elementos componentes no estaban sujetos a consenso ordinario y si uno se veía impedido a llegar a un acuerdo sobre su existencia, la realidad percibida era sólo una ilusión.

En la realidad no ordinaria, cualquier hombre está aislado, por lo tanto en las percepciones obtenidas, nadie podría dar consenso ordinario. Don Juan en su enseñanza, dio a su aprendiz consenso especial, con respecto a las acciones y elementos que había percibido en la realidad no ordinaria y que corroboraban la regla. Consenso especial significaba acuerdo, tácito o implícito, sobre los elementos componentes de la realidad no ordinaria. Este consenso especial era sistemático, las acciones y elementos percibidos en la realidad no ordinaria se hacían consensualmente reales. Significaba, según esta enseñanza , que la regla había sido corroborada. Así, la corroboración de la regla por consenso especial necesitaba por lo menos a dos actores: el guía que aportaba el consenso especial y el aprendiz al cual se le suministraba el consenso especial.