Una de las metas de la enseñanza era desarrollar la segunda atención. Se conseguía mediante un esfuerzo riguroso y sistemático llamado “no hacer”. Definía el no hacer, como un acto insólito que emplea a nuestro ser total, forzándolo a ser consciente del segmento luminoso.
Para explicarlo, don Juan, dividió la consciencia en tres segmentos: La primera, es la consciencia con la cual toda persona normal enfrenta la vida, abarca la consciencia del cuerpo físico, es el tonal o del lado derecho. Es la consciencia animal y tiene dominio absoluto sobre nosotros. Los videntes la ven como un intenso resplandor ambarino, en la parte superior del capullo. Esta consciencia consume demasiada energía y tiempo en las acciones e interacciones en la vida cotidiana.
La segunda atención o nagual, o del lado izquierdo, es la única que nos permite crear y la necesitamos para ver nuestro capullo. Esta atención se queda en el trasfondo de nuestra vida a no ser que mediante un entrenamiento deliberado o un trauma accidental, se manifieste. Ella tiene una necesidad inherente de economizar velocidad. Se pone en funciones cuando se utilizan las emanaciones interiores del capullo.
Esta consciencia del lado izquierdo, acelera nuestra comprensión, nos permite enfocar con inconcebible lucidez sólo una cosa a la vez y esto nos vuelve vulnerables. No se puede actuar independientemente mientras se está en ella. Uno tiene que ser ayudado por guerreros que ya hayan obtenido la libertad total
de sí mismos y saben como hay que desempeñarse en ese estado.
El campo de batalla de un guerrero es la segunda atención. Se puede obtener a través del ejercicio de detener el diálogo interno, y una forma de obtenerlo es no enfocar con la mirada, cruzar los ojos, para realzar la visión periférica, y con esto acrecentar la capacidad de concentración.
Para don Juan, la segunda atención tiene dos caras. La primera es la más fácil, es la cara maléfica, sucede cuando las personas la usan para enfocar su atención en cosas de este mundo, como poder, sexo y dinero. La otra es más difícil y ocurre cuando enfocan su atención en cosas que ya no son de este mundo, como el viaje a lo desconocido. Los guerreros necesitan ser absolutamente impecables para alcanzarla.
Hola excelente documento, me parecio muy interesante y muy util para aquellos que estamos introduciendonos al camino del conocimiento y tambien para aquellos que queremos continuar con las costumbres de esos chamanes de los que quedan pocos y que nadie busca su conocimiento para futuras generaciones para perpetuar nuestras raices indias y con gran cultura, gracias…
Soy Un Yaqui de Cajeme y tambien decendiente de Yumas y conozco la historia de muchos de los de nuestro pueblo y conozco la historia de Juan y de su hijo Ignacio, la de sus hijos putativos que abandonó en Sinaloa asi como la de sus nietos y quiero hacer una aclaración: mencionas que Don Juan fue llevado a Yucatán y eso nunca sucedió. Efectivamente para exterminarnos algunos de nuestros antepasados fueron llevados a Yucatan para ser usados como mano de obra esclava en el cultivo del henequen. Pero a otros los llevaron a Valle Nacional en Oaxaca. Don Juan asi como sus parientes y vecinos fueron llevados a este úlimo lugar. Tanto Yucatan como Valle Nacional son lugares muy húmedos, loe yoris suponian que como somos de tierra seca ibamos a perecer en tierras húmedas mientras sacaban provecho de nuestra mano de obra, ya que los yaquis somos gente muy fuerte y resistente de una estatura muy superior a los demas grupos indegenas. Pasando al tema histórico que quiero aclarar. Don Juan trabajaba en el cultivo de la caña de azucar en una de las haciendas dedicadas a ese cultivo. Como eramos esclavos los yoris podian matarnos cuando quisieran, de ahi que el capataz de la hacienda decide matarlo por un conflicto menor, en aquella epoca valía mas la vida de un cerdo que de un Yaqui. En el estado de Oaxca Don Julian quien era actor de tipo racial español y curandero lo encontró. El Nagual Julian viajaba mucho de Oaxaca a Durango, porque su benefactor el Nagual Elías era un indio Mazateco originario de Oaxaca y heredero de una Hacienda en Durango que a su vez heredó a el Nagual Elías. Don Genaro tambien era un indio Mazateco de Oaxaca. En el libro de viaje a Ixtlán, se refiere a Ixtlan Oaxaca. Don Genaro y Don Juan vendian plantas medicinales en el tianguis de Oaxaca cuando eran Jovenes. Don Juan no se sujetaba a ser un “indio” tambien era accionista en varias compañías y cuando iba a la ciudad de Mexico iba a verdaderos negocios. Y tenia propiedades en todo México. En Oaxaca, Oaxaca. En Tula Hidalgo (donde se encontraba con el desafiante de la muerte) en Chihuahua y Durango, en Arizona y lo mismo lo veian en los Angeles cerca de Westwood o en la cd. de México por la Alameda o en el cafe tacuba ahi por el zócalo…… si quieren saber mas escribanme ciudadano.x@live.com.mx