El sistema de creencias que impartía, abarcaba cuando menos a dos culturas diferentes. Así otro chamán que tuvo influencia en el aprendizaje de Castañeda, fue don Genaro Flores, un indio mazateco de Méjico central.

Castañeda consideró su obra como una autobiografía atípica porque refiere, principalmente, algunos eventos de su vida y no lo que le sucede a un hombre común, ni menos sus estados subjetivos.

Después de haber transmitido sus enseñanzas, don Juan Matus y don Genaro Flores desaparecieron de la faz de la tierra y Castañeda se vio entonces en la obligación de hacer de nagual y el resto de los aprendices exigió su guía y consejo.

Los requisitos para el aprendiz
Acceder al conocimiento exigía algunos requisitos mínimos en un comienzo, requisitos que el guía comprobaba directa o indirectamente. En primer lugar, el aspirante a aprendiz tenía que tener “claridad de mente” y un propósito claro; saber qué quería realmente, conocer su corazón, porque el conocimiento debía llegar por “el camino difícil”.

Otra de las premisas mínimas, era que debía encontrar en un sitio determinado, un lugar adecuado para él, que debía hacerlo sentir “cómodo y feliz”.

En el caso de Castañeda, éste debió buscar “su lugar” en el cuarto de don Juan. Ante tan extraña y aparentemente absurda petición, Castañeda titubeó porque, además, lo hacía sentir ridículo. No obstante, cuando el chamán se alejó, con esmero y durante casi toda la noche, rodó, se tendió y tomó las más extrañas posiciones en el suelo. Casi al amanecer “sintió”, como le dijo don Juan, “cuando sus ojos no miraban de lleno las cosas” y vio vislumbres de colores en un determinado lugar del cuarto, en dirección sureste. Allí se quedó dormido.

En la mañana, don Juan corroboró su hallazgo, no sin antes mencionarle que todos los hombres tienen muchos lugares favorables y que los no favorables eran tan dañinos, que no sólo podían enfermar sino, además, causar la muerte.

También fue sometido a otra prueba, cuyo resultado fue estimado como un “augurio” favorable por don Juan, quien decidió entonces tomarlo como aprendiz.