Aprendizaje indirecto:
Se trata de un aprendizaje trasmitido o derivado. Proviene de los padres, de la escuela, de otras personas, de los libros. de la televisión, etc. No es necesario correr el riesgo de ensayar algo que pueda resultar peligroso (al niño le han advertido que no meta el dedo en el enchufe, pero igual lo hace). Aprendemos a tomar precauciones contra los delincuentes antes de que nos asalten. Tiene la ventaja de que no necesitamos pensar en la solución de problemas que ya han enfrentado otros, posiblemente mejor dotados.
Este aprendizaje está condicionado a lo fidedigna que sea la fuente que lo trasmite. Podemos estar influenciados por prejuicios ajenos que no hemos verificado por nosotros mismos. Es una solución promedio no adaptada a nuestras exigencias individuales que pueden ser diferentes. Las distintas fuentes que nos influyen a menudo son contradictorias entre ellas, creando situaciones antagónicas que nos confunden. Ya que no existe una recompensa o castigo inmediato – como en el aprendizaje directo – nuestras motivaciones e interés son mucho menores.
Comprensión:
Se trata de un proceso por medio del cual transformamos una situación desconocida en una conocida para decidir cómo reaccionar frente a ella. Vamos pasando de una idea a otra, relacionando hechos, situaciones, información, hasta conseguir ubicarnos. Ella es el instrumento por el cual multiplicamos nuestros conocimientos. Sólo podemos aprender directamente respuestas para unas pocas situaciones concretas; pero, gracias a la comprensión, podemos transformar un número indefinido de situaciones nuevas en otras susceptibles de ser enfrentadas con éxito.
Debemos cuidar no limitarnos únicamente a la combinación de antiguas respuestas sino, además, estar abiertos a nuevas ideas – no archivadas en nuestro repertorio – considerando que no siempre hay una sola respuesta a una situación dada.
Cómo aprenden los niños:
Son importantes los estímulos sensoriales aplicados a los niños pequeños. En Venezuela se efectuó un plan piloto dirigido a madres analfabetas para que, con la ayuda de videos, aprendieran a estimular los cerebros de sus hijos mediante ejercicios preestablecidos, desde el nacimiento hasta los seis años. Usaron el sonido, el olor, el color, el tacto, el juego con enseres domésticos habilitados como juguetes, la movilidad sensorial y el intercambio verbal con los demás miembros de la familia que participaban activamente en este plan de desarrollo del niño. Desde los tres años les empezaron a mostrar un alfabeto compuesto de figuras geométricas, líneas y colores primarios, que les sirvieron de fundamento para después aprender a leer. Este sistema ejercitaba la agudeza y la coordinación visual, los procesos de pensamiento y la expresión creativa.
Buenas tardes:
Tu artículo me parece muy interesante sobre todo la frase “El cerebro codifica la información con mayor eficiencia cuando la recibe con imágenes multisensoriales que cuando sólo le llega a través de palabras.” la utilizaré como apoyo a mi justificación de porqué los medios multimedia contribuyen al aprendizaje en línea.
Saludos y gracias.