Nuestra memoria también puede jugarnos malas pasadas, haciéndonos recordar sólo aquello que nos conviene, olvidando todo lo que está en desacuerdo con nuestros deseos. Se dice que la mala memoria de los politicos está basada en este hecho. No aprenden nada de la experiencia, y olvidan fácilmente todo lo que contradice los postulados en los que se afirman.
Durante años, se investigó en qué lugar del cerebro se almacenaba la memoria, para llegar al final a la conclusión de que el órgano de la memoria es la neurona misma, quien tiene la versatilidad de adquirir nuevos hábitos y de funcionar juntas en equipo. Se comunican entre sí para crear categorías de cosas, acontecimientos y conceptos, en las que archivan cualquier estímulo nuevo. Estas categorías podrían compararse con eslabones de una cadena, o peldaños de una escalera. Funcionan por asociaciones de ideas y el mismo concepto se archiva en varias categorías a la vez. Por ejemplo, el recuerdo de un automóvil rojo que nos encantaría comprar lo encontramos a través de: “automóvil”, “color rojo”, “deseo de algo que no tengo”, “situación financiera restringida”, “envidia de los que tienen lo que yo no tengo”, etc.
Si olvidamos dónde pusimos las llaves de la casa, o si apagamos o no la luz del primer piso, o cuál es el número de teléfono al que hemos llamado tantas veces, esto no implica estupidez, senilidad progresiva ni nada parecido. Debemos aceptar el hecho que nuestra memoria es selectiva: recordamos lo que nos interesa, lo que despertó nuestra atención. Si actuamos mecánicamente, con nuestro pensamiento en alguna otra parte, no hay nadie que registre el hecho y para nuestra memoria es como si no hubiera existido.
Aprendizaje acelerado:
En la antigüedad y edad media, antes de la invención de la imprenta, e incluso después de ella (eran muy pocos los que sabían leer), se le dio gran importancia a la memoria. La gente se informaba a través de bardos, cuenta-cuentos, recitantes de poemas, oradores, etc., que iban de pueblo en pueblo reuniendo gente a su alrededor, ávida de aprender sobre hechos no conocidos. Cuando el acceso a los libros empezó a ser masivo, la gente dejó de valorizar la memoria como único receptáculo para el traspaso de información. Actualmente, con los computadores o aquellas minilibretas de apuntes que son accionadas por la sola voz, la importancia de la memoria ha quedado reducida a las escuelas de enseñanza básica y media, de donde está empezando a ser desalojada por los nuevos sistemas educacionales que se están poniendo en práctica. En lugar de la enseñanza “estilo depósito bancario”, en la que se deslizaba información dentro de la cabeza del estudiante a través de una ranura imaginaria, ahora se pretende que el niño aprenda a pensar.
Buenas tardes:
Tu artículo me parece muy interesante sobre todo la frase “El cerebro codifica la información con mayor eficiencia cuando la recibe con imágenes multisensoriales que cuando sólo le llega a través de palabras.” la utilizaré como apoyo a mi justificación de porqué los medios multimedia contribuyen al aprendizaje en línea.
Saludos y gracias.