Ahora, si asumimos que cada uno de estos tres modos o clases de experiencia es un hilo de tiempo, y que cada hilo está siendo llenado con cuentas en forma ininterrumpida, es evidente que podemos, al menos, triplicar nuestro tiempo, y consecuentemente nuestra vida, al llegar a ser simultáneamente conscientes de estas tres sucesiones de eventos. En otras palabras, al llegar a ser simultáneamente conscientes de nuestros movimientos y sensaciones físicas, de nuestros sentimientos y de nuestros pensamientos, estaríamos tratando en realidad con tres vidas a la vez, actualizando tres posibilidades en cada momento.

Naturalmente, esto no es fácil. Hay que empezar por tratar de estar atento a los movimientos y a las sensaciones físicas mientras están sucediendo. Tratar de sentir cada vez más la realidad de lo que el cuerpo está haciendo. Después, tratar de notar las cambiantes corrientes de sentimiento, sin dejar de seguir estando atento a las manifestaciones físicas. Finalmente, tratar de ser conscientes de los flujos de pensamientos, incorporando estas observaciones a las previamente efectuadas sobre la vida física y emocional.

Al hacer esto, si se persiste en ello, es posible triplicar el tiempo y enriquecer la vida al llenarla de contenido. El método no es introspectivo ni analítico. No requiere pensar acerca de ello, sino solamente estar atento. Estar totalmente atento es estar totalmente consciente.

A. R. Orage

Traducido y extractado por Ester Silva de
“Psychological Exercises & Essays”
Samuel Weiser Inc.