INTRODUCCION:

Presentamos un curso de Crecimiento Personal que consta de cuatro niveles de cuatro meses cada uno. Cada mes incluye cuatro tareas, una por semana, con todas las explicaciones necesarias para que puedan practicarlas.

El primer nivel está dedicado al estudio de las Emociones Negativas y a la práctica de la Observación de Sí, que es la manera de librarnos de ellas. Por lo tanto, comenzamos explicando qué son las Emociones Negativas y qué es la Observación de Sí.

Emociones Negativas:

No nacemos con ellas, las copiamos de la gente mayor que nos rodea. Se alimentan de la identificación con el No-Yo; consumen toda nuestra energía nerviosa, lo que impide que podamos sentir emociones positivas. No nos queda combustible energético para sentir verdadero amor fraterno, verdadera religiosidad. Lo que llamamos amor al prójimo, amor a Dios, son sólo caricaturas.

Como son adquiridas, tenemos esperanza de librarnos de ellas. No estamos condenados a seguir sintiendo esa antipatía, ese odio, ese disgusto, ese aburrimiento, esa depresión, que siempre hemos sentido. No estamos obligados a reaccionar a las impresiones como hasta ahora lo hemos hecho. Podemos tener un espacio libre dentro de nosotros donde no entren emociones negativas.

Por encima de todas las cosas, buscamos la luz y la luz significa consciencia. Vivimos en la oscuridad debido a la falta de esa luz, que es la luz sobre nosotros mismos. Toda esta lucha con las emociones negativas tiene como meta hacer al hombre más consciente, dejar que la luz se haga en él e ilumine sus zonas oscuras.

Las emociones negativas son recurrentes, o sea, se repiten a ciertos intervalos. Cuando una persona tiene práctica en observarse, puede prever lo que ocurrirá más adelante y detener la aparición de una emoción negativa. “‘Esta persona siempre me irrita…” Antes que se dispare una emoción negativa, uno la detiene pensando: ”Tengo derecho a no ser negativo” o ”Es mi culpa y no la del otro si soy negativo”.

Para luchar contra las emociones negativas, primero debemos cambiar nuestra actitud mental hacia ellas. Debemos cesar de creerlas necesarias, hermosas, excitantes, etc. Cuando hayamos limpiado algo nuestra mente de estos conceptos errados (metanoia = cambio de mente) poco a poco podemos empezar a conocer cada una separadamente. Uno debe empezar con las más fáciles.