A la noche de los sentidos sigue la noche del alma que puede corresponder a una fase más difícil: el orante percibe la irrealidad última de la forma de la divinidad que él ha adorado, de la cual él ha recibido visiones, mensajes y consolaciones. Sin embargo, al cabo de algún tiempo, detrás de esa forma que se disuelve, aparece una energía nueva. Hadewich dAnvers decía, usando paradojas: Un conocimiento se revela en las claras tinieblas de la presencia de la ausencia. Para Ruysbroeck, la serenidad se aparece a los que ven más allá de la esencia: Ellos reposan con serenidad en su superesencia.
Los cristianos insisten más que los hindúes sobre los sufrimientos debidos a la evolución mística. La tela de fondo de la mística hindú, ya sea que se trate de la vía de la devoción o de la vía del conocimiento, es la felicidad (ananda ). Sin embargo, la destrucción de la mente no es pasada por alto, ella es indispensable para el establecimiento de una felicidad estable. Por qué esta diferencia? Existe la fijación de los cristianos sobre la Pasión de Cristo que en ciertos casos puede encerrar lo que se llamaría en psicología un trauma de nacimiento. pero me parece que existe otro factor que podría explicar la frecuencia de la sequedad espiritual en el místico cristiano. Es un factor que los autores eclesiásticos no
se atreven a abordar de frente: se trata de la rigidez de las reglas y de las instituciones que impiden al místico evolucionar a su propio ritmo y que perjudica el tener una relación de confianza completa con el maestro espiritual. Si un religioso no tiene más que superiores jerárquicos y no un maestro espiritual con el cual entablar una transferencia afectiva profunda, no es extraño que él experimente sequedades espirituales frecuentes y que sufra simplemente de soledad.
Ciertos autores occidentales piensan que el renunciamiento en la India es un equivalente de la depresión. Puede a veces suceder que una persona sienta un impulso de renunciamiento a continuación de un duelo o de una decepción, pero esta clase de decisión no perdura. La segunda parte del nombre de los renunciantes (sannyas ) en la India es ananda ( felicidad) como en Vivekananda, Shivananda, Vijoyananda, Yogananda, etc. En los nombres mismos el renunciamiento y la felicidad están estrechamente asociados. El renunciamiento no nace de una decisión forzada. sino de una comprensión justa. Para el hindú, no significa disolución sino individuación. Su individualidad hasta entonces diluida en la familia y el clan, se afirma por la elección del renunciamiento.