Sin embargo, no todo el mundo accede a este aspecto de universalidad e inclusividad. Como ya mencionábamos, muchos caen en una actitud en la que una selección de recuerdos sentimentales juveniles viene a ayudarles a revivir las glorias y vagos ideales del pasado. Puede haber incluso una recaída en una segunda infancia. El desarrollo del proceso de individuación que mencionamos aquí dependerá de lo que se haya aprendido y asimilado en las etapas anteriores de la vida.

ElCambiodeVidaPasados los sesenta años, durante todo el período posterior de vida, no hay trastornos tan perturbadores como en los ciclos anteriores. Cuando el ego sabe cómo mantener el proceso psíquico interior, ya no es tan vulnerable, puesto que ha aprendido a verse bajo una luz relativa. Ahora es extremadamente importante equilibrar la parte consciente de la psiquis con la inconsciente, para estabilizar toda la personalidad. Según la Dra. Jacobi: Esto parece una preparación para la muerte en el sentido más profundo de la palabra. Pues la muerte no es menos importante que el nacimiento, y es inseparable de la vida. Si la entendemos adecuadamente, es la propia naturaleza la que nos acoge en sus brazos. Cuanta más edad tenemos, menos tiene que decirnos el mundo exterior y más pierde este su color, sonido y placer, y más insistentemente nos ocupamos por el mundo interior. Al envejecer, el hombre se aproxima al punto en el que vuelve a la psiquis colectiva de la que con tanta dificultad salió en la niñez. Y así el ciclo de la vida humana termina significativa y armoniosamente, coincidiendo en el principio y el final. Esto ha sido simbolizado desde época inmemorial por Ouroboros, la serpiente que se muerde la punta de la cola. Si esta tarea se lleva a su feliz conclusión, la muerte perderá su terror y será aceptada como una parte significativa de la vida. Sin embargo, hay que tener en cuenta el hecho de que incluso el cumplimiento de la tarea a la que se enfrenta el hombre en la primera mitad de la vida parece estar en sí misma más allá de la capacidad de muchos, como podemos deducir por la cantidad de adultos infantiles que vemos a nuestro alrededor por todas partes. No resulta sorprendente, por lo tanto, que sean tan pocos los que consigan perfeccionar sus vidas con la plena autorrealización de un proceso de individuación llevado a feliz término.

Karen Hamaker-Zondag

Extractado por Carmen Bustos de
Karen Hamaker-Zondag.- Astro-Psicología.- Edaf