Al entrar en la segunda mitad de la vida, los problemas que hay que afrontar son distintos de los de la primera mitad. En esta segunda parte, el concepto de cambio de vida significa un cambio en el sentido más literal de la palabra. Es la conversión de una actitud extravertida en otra introvertida. La primera y la segunda mitad de la vida se complementan. El desarrollo individual de la primera mitad es absolutamente necesario para producir un cierto grado de equilibrio en la segunda. Schopenhauer comparó en una ocasión la diferencia entre las dos mitades de la vida con un paño bordado. En la primera mitad tenemos el lado derecho del paño muy coloreado, y en la segunda mitad el revés, menos coloreado pero más instructivo, porque se hace evidente entonces la interrelación de las hebras.

Jung da un ejemplo de esto, después de haber demostrado que la base y la causa de todos los problemas de este período transicional han de encontrarse en un cambio particular y profundamente enraizado dentro de la psiquis. Según él, a primera hora de la mañana, el sol sale del océano de la noche (nuestro inconsciente) y observa el mundo brillante que hay ante él. Lentamente asciende sobre una extensión de tierra cada vez mayor (somos cada vez más conscientes de nosotros mismos y del mundo). Podemos imaginar que si el sol fuera una persona, tendría cada vez más sensación de su propia importancia a medida que asciende en el cielo y consideraría su punto más alto, al mediodía, como su objetivo principal. Pero, inmediatamente después de la culminación, su camino empieza a descender. De la misma manera los valores e ideales del período que sigue al cenit de la vida humana son los opuestos a aquellos que se valoraron en la juventud. Esta inversión que se produce en la psiquis corre paralelamente con alteraciones físicas. Con frecuencia se producen perturbaciones neuróticas en los adultos en estos años de transición, porque persisten en acariciar los ideales juveniles en una época de la vida en la que ya no son apropiados. En la sociedad occidental es casi un lugar común que la generación mayor compita con la más joven en algunos campos de actividad. Como dice Jung: . La madre parece ansiosa de ser considerada como la hermana de su hija.