Allí se encuentra una piedra de toque: los seres polares no se mienten. Ellos no tienen necesidad de mentirse porque interiormente no son más que un sólo ser, del trasfondo del cual el Yo real lanza su llamado y da su asentimiento. Esta sinceridad absoluta, espontánea, constituirá de ahí en adelante la base de sus relaciones. Y esto dará a esos dos seres un sentimiento de otra manera inconcebible, de una libertad en la unidad, que pone fin a la impresión de servidumbre en la que vivimos habitualmente. Vagas reminiscencias de experiencias anteriores comienzan rápidamente a aflorar a sus consciencias de vigilia.

El lector comprenderá ahora el sentido más profundo de la prohibición de mentirse a sí mismo: quien se miente, mentirá también a su álter ego. Eso será el fin del milagro. El lado maravilloso del encuentro desaparecerá detrás de un telón trivial de mentiras que rápidamente tomará el aspecto de un muro infranqueable. Más acá de este muro, la relación con el ser polar no se distinguirá en nada de aquellas que un hombre pueda tener con otras mujeres: esposas, amantes y aventuras. Una vez más la experiencia habrá fracasado.

Si están abiertos a la verdad, si su encuentro hace vibrar en ellos en armonía, cuerdas hasta ahora silenciosas, el camino está entonces trazado a los seres polares para recrear con sus esfuerzos conscientes el Microcosmos antes disociado y roto. La Escalera será franqueada como un solo peldaño, y rápidamente se verán colocados delante del segundo Umbral.

Exigencias del Camino

Al comprometerse en el Cuarto Camino, el discípulo tiene como tarea esforzarse en todas las circunstancias de su vida interior por actuar como si su Centro Magnético ya estuviera formado y pasablemente desarrollado.

Al empeñarse en este Camino – obligatoriamente de a dos – el Caballero y la Dama de sus Pensamientos sostienen el esfuerzo por actuar en todas las circunstancias de su vida interior y exterior como si ya estuvieran unidos en su consciencia del Yo real, indivisible aunque bipolar, UNO para sus dos Personalidades y sus dos cuerpos.