Porque el haikú es la maestría del instante presente, del momento efímero que constituye la vida misma, la consciencia en contacto con el entorno o el interior, el instante mágico en el que el observador y lo observado se unen en una minúscula impresión, observación, constatación o comprensión que, si bien en sí misma no tiene palabras, es posible de ser impresionada en una hoja en blanco en su esencia, a través de tres pinceladas:

A la intemperie
Se va filtrando el viento
Hasta mi alma.

La vida de Bashô fue un continuo peregrinar por Japón, en permanente y escogida pobreza, o, como decimos hoy, simplicidad voluntaria. Él creía que no era posible la poesía sin la necesidad, la carencia y el hambre alquímicamente transformados en arte, naturaleza e instante mediante. Bien se ha dicho que vivió su poesía y escribió su vida.

.

haiku03
Haikús de Bashó.

Levántate
y sé mi compañera,
soñolienta mariposa.

Un viejo estanque;
Se zambulle una rana,
Chapoteo.

El sonido de la campana
Se expande en la bruma
Del alba.

Este camino
Nadie ya lo recorre
Salvo el crepúsculo

La montaña y el jardín
penetran
la habitación en el verano.

Para ver las flores he venido,
bajo ellas dormiré
sin sentir el tiempo.

Quietud,
el sonido de los pétalos
esparciéndose al caer.

Sol de invierno
Sobre un caballo
Mi silueta helada
 


haiku04
Haikú es simplemente lo que está sucediendo en este lugar, en este momento, decía. Lo permanente tras el fluir de los cambios y las estaciones, el ritmo de la vida, lo imperecedero tras lo mutable, la forma mortal que revela lo eterno; la naturaleza como maestra de vida; su exaltación serena, como forma de subrayar la manifestación de lo inmutable..Bashô fue uno de los seudónimos utilizados por Matsuo Munefusa. En 1672 se radicó en lo que hoy es Tokio, siendo reconocido como autor y crítico, y donde forma una escuela. Uno de sus discípulos le regala una casita junto al río Sumida y otro le regala un árbol de banano (bashô), del que adoptó el nombre tanto para la propiedad como para sí mismo. Con este nombre escribió antologías y un Diario de Viaje ( El Estrecho Camino a través del Norte Profundo o Sendas de Oku) en el que, a intervalos entre la prosa, iba salpicando los haikús que lo hicieran famoso hasta hoy. El cuerpo del más grande poeta del haikú está enterrado junto al lago Biwa, en Otsu.