Nuestro trabajo se nos aparece sobre todo como el medio de ganar el pan cotidiano. Pero su virtud definitiva está mucho más allá; por él damos cuerpo en nosotros al propósito de la unión divina. Nos acercamos al término divino de esta unión: nuestro Señor Jesucristo. Así, como artistas, obreros, sabios, cualquiera que sea nuestra función humana, si somos cristianos, podemos precipitarnos hacia el objeto de nuestro trabajo como hacia una puerta abierta a la completa realización de nuestro ser. Sin exaltación y sin exageración de pensamiento o de palabra, sólo basados en las verdades más fundamentales de nuestra fe
y de la experiencia, nos vemos llevados a este descubrimiento: Dios es accesible, inagotablemente, en la totalidad de nuestra acción. Y este prodigio de divinización, la suavidad con la que se realiza la metamorfosis, no perturba para nada la perfección y la unidad del esfuerzo humano.

Pierre Teilhard de Chardin

Extractado por Sonia Ramírez de
Teilhard de Chardin.- El Medio Divino.- Taurus