Allí está – según mi opinión – el hilo de oro que lo enlaza todo. Se trata de nuestra capacidad de unión, de llegar a ser uno con nosotros mismos, con los demás, y con la vida en un sentido más amplio. La sanación, cualquiera que sea y cómo ocurra, lleva a cada individuo y a la humanidad como un todo hacia una relación más inclusiva, menos obstructora con todo lo emergente en esta aventura planetaria. Se trata de una relación ilimitada con nuestras sensaciones, pensamientos, sentimientos, imágenes, sueños, y también – a medida que trascendemos el concepto de separación – con otras personas y con aquello que llamamos Dios.
Si analizamos cuidadosamente esta posibilidad de relación, descubriremos que hay tres factores que influyen traspasando nuestros condicionamientos y permitiendo la aparición de un estado armonioso entre nuestros aspectos instintivo y espiritual. Más allá de las técnicas de sanación y de transformación, estos factores son funciones de la consciencia misma. Están más allá del tiempo y de los anales históricos. No importa que seamos aborigen, curandero, chamán, médico naturista, psicoterapeuta, psíquico, o simplemente una persona “normal”, igual el proceso de sanación implica los siguientes factores o fuerzas:
1.- Compromiso creativo: Participación en la vida de forma original, espontánea y alejada de todo prejuicio.
2.- Intensidad: Es la atención profunda de la que emana nuestro compromiso con la vida.
3.- Amor incondicional: Inclusión, sentimiento implícito de totalidad primordial.
Estos tres factores nos plantean nuevas ideas acerca del proceso de sanación. Recordemos a Freud: él observó de qué manera la mente inconsciente de sus pacientes se expresaba a través de sueños, o de imágenes espontáneas en lo que él llamaba “asociación libre”. Al ayudarlos a integrar esos contenidos en su mente consciente, contribuyó a sanar ciertas dolencias. Sus resultados exitosos no se basaron simplemente en sus ideas sino en la calidad de la relación que estableció entre la parte consciente y la inconsciente de la psiquis de sus enfermos.