Por las sensaciones profundas, internas, el paciente toma consciencia de su cabeza, de sus brazos, de sus glúteos instalados confortablemente en el sillón, de su pecho y de su respiración tranquila; “recibe” su cuerpo, en cada una de sus partes, como en su totalidad. Se sitúa en el espacio y el tiempo.
Por las sensaciones externas, de los órganos de los sentidos, toma consciencia de la relación que se establece entre el mundo y sí mismo: ve, toca, siente, escucha, entra así en relación con los demás, se abre a ellos.
La sensación le da la conciencia de “ser”, se da cuenta de que está “presente” en el mundo, se “siente” vivir. La sensación hace abrirse al cuerpo, como el sol a la flor.
Además, la sensación no sólo da la consciencia del cuerpo, sino que permite a éste desempeñar su rol en el equilibrio de la persona. Como decía Vittoz: “La receptividad equilibra la emisividad, la sensación equilibra el pensamiento “.
Cuando un pensamiento patógeno crea angustia, la sensación logra dominarla, trayendo la calma y permitiendo que se ejerza el control, que se pueda juzgar y apreciar de una manera correcta. Debe haber una relación de equilibrio entre el cuerpo y la mente; el cuerpo, mediante la sensación, ayuda a la mente a permanecer en esta relación; esto es fundamental, porque como muestra la experiencia, el desequilibrio de esta relación, al paralizar el control, trae consigo la enfermedad.
Al describir los estados de descontrol que caracterizan a las neurosis, Vittoz subraya los trastornos físicos, sensoriales o somáticos causados por el pensamiento descontrolado. En este todo cuerpo-mente, que no se puede disociar, el dolor y los trastornos funcionales aparecen como el lenguaje del cuerpo, pidiendo auxilio, y traduciendo a su manera las primeras perturbaciones del psiquismo.
Vibraciones cerebrales ?
Vittoz buscó una manera simple de verificar el estado del funcionamiento cerebral de sus pacientes. Y relata: “Mis experiencias personales me demostraron, contrariamente a las opiniones recibidas, que la mano, con un cierto entrenamiento, colocada simplemente sobre la frente, podía dar indicaciones suficientemente precisas sobre el trabajo cerebral.
¡Miles de gracias por la publicación de este artículo 🙂