Los grafismos

Se trata de un simple ejercicio de concentración sobre figuras.

Consiste en hacer, en la imaginación, con ayuda de una tiza blanca sobre un pizarrón negro, los dibujos propuestos, que van aumentando en complejidad.

Como ejemplo, un número ocho, o mejor, el símbolo del infinito, un triángulo, tres cuadrados concéntricos, la estrella de David, el dígito uno… Toda la atención del sujeto debe estar concentrada sobre estos dibujos. Primero hay que hacer el dibujo, luego mirarlo durante algunos segundos, y finalmente borrar todo sin pensar en otra cosa ! El ejercicio de los grafismos le enseña al cerebro a estar presente el tiempo que sea necesario, y prolonga así la concentración fortaleciendo la facultad de atención.

Eliminar para controlar

Después de haber extendido el control cerebral al dominio de las sensaciones y los actos, dándole al sujeto la posibilidad de vivir en el presente, es necesario, dice Vittoz, ir más lejos. Hay que enseñarle cómo hacer desaparecer un pensamiento de su cerebro. Enseñarle a liberarse, a olvidar, a eliminar, porque esa es la condición definitiva y necesaria para la mantención del control y del equilibrio. El paciente siente que su vida ha sido transformada por los ejercicios, que la calma ha sucedido a la tempestad. Pero, y si esta vuelve?

La señora B. se expresaba así en ese momento de su terapia: “Yo sé ahora apartar mis malas ideas… y eso me permite vivir mi vida cotidiana. Pero vuelven a veces como un enjambre de abejas ! Y entonces los ejercicios las alejan. Será necesario practicar los mismos ejercicios durante toda mi vida ?

Sería así, si no fuera porque la psicoterapia Vittoz suministra al paciente los medios para olvidar realmente las ideas patógenas, sin hacerle correr el riesgo de la represión. Así como el cuerpo se libera de sus toxinas, el cerebro también puede aprender a liberarse de las ideas patógenas que lo asedian. Los ejercicios para adquirir y desarrollar esta facultad de eliminar, propuestos por Vittoz, se presentan de manera progresiva: