Los fundadores del Yoga Kundalini, aceptando la existencia de Prana como una realidad concreta tanto en sus aspectos individuales como cósmicos después de los experimentos que llevaron a cabo generaciones de sabios, fueron conducidos al descubrimiento trascendental de que era posible lograr el control voluntario del sistema nervioso hasta el punto de desviar un flujo incrementado de Prana al cerebro. Esto daba como resultado una intensificación de su actividad. De ahí que concibieron sus métodos de control corporal y disciplina mental para lograr este objetivo. Tuvieron un éxito extraordinario, puesto que el ejercicio principal, la concentración fundamento de todo el sistema del Yoga – concuerda con los métodos prescritos por la naturaleza para facilitar la evolución humana.

Descubrieron que al adquirir un cierto nivel de dominio de la mente gracias a la concentración, podían hacer ascender a través de la médula espinal un resplandor vivamente brillante, rápido y potente, hasta el cerebro, durante unos cortos intervalos de tiempo al principio, aumentando la duración con la práctica, lo cual producía un efecto asombroso sobre la mente, habilitándola para ascender a regiones incomparables, más allá de cualquier otra vivencia experimentada en este mundo material. (1)

Los yoguis llamaron a este conducto Sushumna, y porque ese fulgor ardiente se sentía subir desde la base de la columna (el coxis), se refirieron a ese punto (Chakra Muladhara) como el lugar de reposo de la diosa Kundalini. La visualizaron como una serpiente dormida, enroscada en tres vueltas y media, y cerrando con su boca la entrada al conducto espinal. Aunque carecían de los conocimientos más tarde adquiridos por la ciencia moderna, gracias a su consciencia ampliada por la meditación, postularon como
un hecho cierto la existencia del mundo sutil que compenetra este mundo material. En sus escritos sobre el Hatha Yoga, abundan las referencias crípticas sobre Prana Shakti, o energía vital, y su sistema de redes conductoras en el cuerpo físico, las que configuran el llamado cuerpo vital o etérico, con sus nadis.
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Gopi Krishna

Notas:
(1). En el Yoga chino, esta técnica se llama “la circulación de la luz”.
(2). Meridianos de la acupuntura.