7.- Cúal debería ser nuestra actitud frente al error y que lugar debería éste ocupar en la vida para la consideración de los valores que la sustentan para nuestro progreso, desarrollo y maduración y para dar sentido a la vida y cumplir nuestro destino?
La respuesta obvia a la hipótesis planteada en un comienzo debería ser: aprender a reconocer los errores en razón del dolor, las preocupaciones, las angustias, y todo aquello que nos incomoda de cualquier manera; acostumbrarnos a no ocultarlos, a reconocerlos y, finalmente a rectificarlos. Ese cambio de actitud es el que debemos propiciar y conseguir. Constituiría el más grande de los adelantos a que puede aspirar el hombre de nuestra época tanto en lo moral, como en lo espiritual y en lo pragmático. Debería ser el fundamento más sólido de la educación y de las exigencias públicas y privadas. La mentira y la falsedad en cualquiera de sus formas en la vida privada o pública en cambio, deberían ser las repudiadas y las castigadas.