Una de las estrategias sería la respuesta conductual aprendida, que permite disminuir el grado de activación producida por ella misma mediante la neutralización de una situación estresante. El aprendizaje de esta respuesta se realiza por un reforzamiento positivo al disminuir la tensión en sí.

Otra corriente de pensamiento pone énfasis en el papel de la cognición y de la racionalización del individuo y su entorno, dejando en segundo plano la conducta. Se considera como el conjunto de pensamientos y actos realistas y flexibles que solucionan los problemas y, por tanto, reducen el estrés.

La psicología del yo considera que el individuo utiliza distintos mecanismos para manejar su relación con el ambiente. Propone una jerarquía que pasa de lo más maduro y organizado a lo más regresivo hasta psicótico (fragmentación del yo).

En la psicología del yo, la estrategia corresponde a un rasgo estructural que determina permanentemente la forma como un determinado individuo afronta una situación estresante. Si una persona evita o se aproxima de determinada manera en una situación dada, se esperará que evite o se aproxime de la misma manera en todas las situaciones estresantes que experimente. Ahora bien, esto no significa que la estrategia no pueda ser estable en el tiempo o que el individuo muestre ciertas preferencias por alguna estrategia en particular. De hecho hay autores que lo consideran como una habilidad el manejar situaciones estresantes de acuerdo a los recursos que cada persona tenga, y que van a desempeñar un rol crucial en como esta persona funcione en general frente a estos eventos por considerarlo como una característica estable.

Es importante diferenciar estas estrategias aprendidas de las conductas adaptativas automáticas y también de los resultados obtenidos a partir de ella. Las conductas adaptativas automáticas no requieren de esfuerzo para que se lleven a cabo, un gran número de nuestras conductas son en un comienzo aprendidas requiriendo un período de adaptación pues hay ciertas situaciones que pueden desbordar los recursos que el individuo posea para enfrentar una situación. Pero, sin embargo, con la repetición las conductas se hacen automáticas y ya no requieren una mediatización. Cuando esto sucede y ya no requieren de un esfuerzo dejan de ser una estrategia volitiva para ser una conducta automática adaptativa. Como dijimos anteriormente, es importante también distinguir los resultados obtenidos. Cuando hablamos de estrategias estamos refiriéndonos al conjunto de esfuerzos que se realizan con el fin de manejar una relación con el medio, y no el producto final resultante de la aplicación de dichos esfuerzos. Es por esta razón que no se debe considerar con anticipación su efectividad, ya que en ocasiones una misma estrategia puede generar diversos resultados dependiendo de los individuos y de las situaciones a que se enfrenten y a los tiempos de aplicación.