Camino medio o de la vacuidad. Se persigue alcanzar un vacío mental y una mente equilibrada y alerta, sin pensamientos. No es trance ni ensoñación. Este es un camino muy largo y con riesgos por lo que es siempre recomendable la guía de un maestro experto.

Camino interior o de la entrega o de la autoexpresión. Toma como punto de partida los procesos de la vida interior y hay que responder a ellos de una forma determinada y específica. Consiste en meditar sobre el flujo de la conciencia. Aumenta el conocimiento y aceptación de la vida emocional.

Un ejemplo es Quién soy yo?. Ramana Maharshi la llama autoindagación y dice que es un camino directo. Es difícil y rigurosa. La respuesta siempre debe ser rebatida y en primera persona. Por ejemplo, si se responde un nombre la respuesta debe ser: no, ese es el nombre que me he dado a mi mismo, pero Quién es ese yo a quien he dado ese nombre? Si la respuesta es : yo soy la persona que en este momento se siente cansada. La adecuada contestación sería: no, esa es una sensación que yo siento, pero quién es ese yo que tiene esa sensación? Todas las preguntas deben ser rebatidas en forma similar.

La versión budista de esta técnica es “Neti Neti” (ni esto ni aquello). En la tradición cristiana está representada por Meister Eckhart.

Conclusiones:

Las autoridades mundiales, en reuniones cumbres de alto nivel, a las que son convocadas con el objeto de paliar los problemas de siempre: guerras, contaminación, etc. no logran ni siquiera atenuar estas situaciones. Consternados comprobamos que se reiteran por generaciones.

La solución definitiva depende de cada célula de la sociedad. Cada individuo, cada uno de nosotros debe realizar un trabajo personal, conducente a originarnos un cambio de disposición, el que sólo puede ser verdadero, si el resultado final es un nivel más elevado de consciencia. Un despertar que nos conduzca a una condición en el que nos invada un sentimiento que tenga como características la tolerancia, la compasión, la cooperación, la mansedumbre, la comprensión de la naturaleza humana. Ese estado es la expresión del verdadero amor que creemos poseer. Un sentimiento que en nuestra sociedad es muy escaso.