De todos los poetas del Irán, Hafiz es el más humano, aquel cuyo corazón se adivina mejor bajo los bordados y los arabescos del lirismo oriental, un corazón que palpita al mismo ritmo de todos los que, desde los primeros días del mundo, se han embriagado, han sufrido y han muerto del mismo espejismo eterno.

Charles Devillers

 

Selección de Poemas:

Promesa de Amor

Por el encanto de tus ojos, dichosa niña; por el maravilloso vello de tus mejillas;

Por el aliento de tu boca de rubí; por tu color y tu perfume, ¡oh, bella y fascinante primavera!;

Por el polvo de tu camino; por la tierra que pisas, de la que tiene envidia el agua clara;

Por tu andar, semejante al vuelo de la perdiz montañesa; por tus miradas, más dulces que los ojos de las gacelas;

Por tu gracia refinada y por tu aliento, perfumado como la mañana; por la seducción de tus cabellos, olorosos como el viento de la tarde;

Por ese ojo de ónix, que es sello del mío; por esas joyas, que son las perlas del cofre de tu palabra;

Por esa flor de tu mejilla, ¡oh, rosal de inteligencia!; por ese jardín divino, hogar de mis sueños,

Hafiz jura, si hacia él vuelves tu mirada, que por darte contento sacrificará no sólo todos sus bienes sino también su vida.

Embriaguez

Celosa está la violeta del perfume de tus trenzas y ante la abierta flor de tu sonrisa el capullo de rosa sus pétalos desgarra.

¡Oh, rosa cuyo aroma me embriaga! ¡No dejes que se muera así tu ruiseñor, incansable cantor de tu belleza!

Amarte es el destino que está escrito en mi frente; el polvo de tu umbral, mi paraíso; tu radiosa mejilla, mi única alegría; tu placer, mi reposo.

Amor es un mendigo que oculta en sus harapos un tesoro y quien suplica la limosna puede ganar una corona.

La desorientación de la embriaguez y el desvarío de mi amor por ti no se apartarán ya de mi cabeza mientras mi reverencia no la incline hasta la tierra en que tus pies se posen.

Cesta de flores tu belleza, y el del dulce cantar, Hafiz, tu ruiseñor.

Voto de Amante

Que tu beldad no cese de crecer. Que tu mejilla de frescos colores, semejante al tulipán, no cese nunca de alegrar mis ojos.