La forma espacio-temporal que plasma la percepción nace de la mente individual,
mientras que el material que adopta la forma es dada por esa semilla. La mente
humana subconsciente anticipa cómo se producirá su experiencia, la Mente
Universal determina qué experimentará el hombre.
Nuestra consciencia aparece como un hecho continuo, pero realmente, es un constante
movimiento de vislumbres momentáneas. Es el pensamiento el que nos proporciona la clase
especial de consciencia espacio-temporal que nos es tan familiar.
Por debajo de dos pensamientos sucesivos, existe una Mente, ese eslabón que los ordena y permite su captación consciente. En el Yo Superior, la consciencia es ininterrumpida, para el Yo Superior la vida siempre es un continuo presente en un eterno “ahora”.
Las implicaciones que podríamos captar de nuestras experiencias en el tiempo y el espacio, nos deberían hacer vislumbrar que algo muy sagrado se mantiene fuera del tiempo y trasciende el espacio.
Extractado por Elisa Aliaga de
Paul Brunton.- La Sabiduría del Yo Superior.-Kier