Tratar de entender el Zen, conceptualmente es imposible y sólo parecería algo absurdo e ininteligible, porque, como dicen sus seguidores, las palabras son incapaces de sondear su profundidad. De alguna forma el Zen, se nos presenta como el enigma más extraño que la vida espiritual asiática nos propone.

La experiencia personal es fundamental en el Zen, ningún budista trataría de bosquejar las experiencias que lo han liberado y transmutado con el objeto de entregar un camino para otro. La idea básica es entrar en contacto lo más directamente posible con el accionar de nuestro Ser, sin recurrir a nada externo. Esto no se opone a que existan textos Zen considerados como sagrados, pero éstos pueden revelar su sentido únicamente a quien ya haya realizado todas las experiencias decisivas, de modo que sea capaz de extraer la confirmación de lo que ya posee.

Además del Zazen – sentarse en meditación – existe como técnica el koan.  A través de él se está constantemente trabajando la mente con el fin de madurarla para el estado de Satori.  Puesto que un koan es un absurdo para la mente lógica, tratar de entender intelectualmente un koan no es Zen, ya que lo que éste busca es llegar precisamente a aquellas zonas donde el análisis lógico no puede llegar.

Kyudo - Moderno Arte Marcial Japonés Una Ilustración Dibujados A Mano De Un  Samurai Fotos, Retratos, Imágenes Y Fotografía De Archivo Libres De  Derecho. Image 17758636.

También se siguen los caminos o Do, que son el aprendizaje de ciertas artes como arquería – tiro con arco – pintura y caligrafía en tinta china, teatro, ceremonia del té, esgrima y otros.  A través de ellos se logra un estado de recogimiento que, practicadometódicamente, habrá de conducir al ser humano a percibir en lo más profundo de su alma lo inefable, lo que carece de causa y modos, y lo más importarse: a unirse a ello.

El arte del tiro con arco

La Doctrina magna del tiro con arco nos aclara que éste no se refiere ni a la tradicional técnica combativa de antaño ni al placentero deporte competitivo, sino que se refiere a la arquería donde el tirador, en una cuestión de vida o muerte, se enfrenta consigo mismo. Los maestros arqueros japoneses ven y describen este enfrentamiento consigo mismo como algo muy misterioso. Para ellos, el enfrentamiento consiste en que el arquero apunta a sí mismo – y sin embargo no a sí mismo – de modo que será a un tiempo el que asesta y el que es asestado, el que acierta y el que es acertado.