La mente no está preparada para disfrutar del gozo, del chit, sat, ananda. Estas tres cualidades están en nosotros, pero no lo creemos. Tenemos dudas. Creemos sólo un momento, a nivel verbal. Será un gran día cuando ustedes crean que “esta es mi naturaleza, el ser feliz, gozoso, pleno de conocimiento e inmortal. Soy sat, chit, ananda “. Sat significa inmortal, chit significa consciente, ananda significa gozo. Amigos, esto es lo que está escondido en el cuerpo, esto es lo que hemos olvidado.

Así que dudamos de estas tres cosas, aunque ellas hayan pertenecido a ciertas almas tan benditas y elevadas como la de Cristo. Decimos: ” Oh, Cristo fue el hijo de Dios ! Mahavira fue afortunado porque nació en ese tiempo. Buda fue afortunado porque fue un iluminado. Pero no yo; no piensen en mí cómo puedo yo disfrutar de eso?” No tenemos fe en que esa es nuestra legítima y verdadera naturaleza.

Ahora, cuando usen el mantra, digan vi al inspirar y rum al exhalar. De esta forma están lentamente comprometiendo a su mente. Hace pocos días vino un psicoanalista y me dijo: “Por qué tiene que usar un mantra?”. Respondí: “Si usted tiene un mono y quiere mantenerlo tranquilo, tiene que darle un plátano”. i La mente es un mono ! Y esta mente-mono corre en todas direcciones. Le estamos dando plátanos; un mantra es un plátano para esta mente.

El alma no necesita mantra, porque ella es por sí sola sat, chit, ananda El alma no necesita de ningún mantra porque tiene el atributo de la realidad. Llega el momento en el que alcanzamos el dharma sanyasa .Eso quiere decir que ustedes dejan atrás todos los rituales y todos los mantras y quedan libres. Esto sucede cuando se liberan de las cadenas de la mente, cuando están libres de la esclavitud de los vasanas o deseos. Entonces no necesitarán nada.

Mientras las huellas de los deseos estén allí, estamos amarrados con las cadenas de las ansias, de infinitas clases de anhelos, y así estamos siempre comparándonos con algún otro. Esta es la actividad de
la mente. Por eso es que necesitamos de un plátano para nuestra mente-mono. Decimos: “Come y siéntate, y no me molestes. Déjame sentir lo que yo soy”.