Por eso usamos virum y así logramos adentrarnos la primera vez. Experimentamos y sentimos calma. Es la primera vez que se siente una experiencia nueva. Cuando ese vislumbre viene, ustedes saben que realmente han alcanzado el estado de meditación. Entonces sienten “estoy aquí”.

Hay tres etapas al irnos hacia dentro. En la primera, su mente está repitiendo el mantra, pero al mismo tiempo está distraída por estímulos externos e internos. Entonces usamos la palabra kohum.
Ko significa “quién” y hum significa “yo”. “Quién soy yo?”. Ustedes se lo preguntan a sí mismos. La meditación comienza con este primer paso. Sin conocerse a sí mismos, ustedes no llegarán hasta sí mismos. Es nuestro verdadero yo el que hemos olvidado.

Lenta, lentamente, instalen este mantra en su mente, diciendo: kohum. Entonces surgen las respuestas: “Soy forma. Soy cuerpo. Soy yo.” Su nombre aparece, surgen sus emociones, su pasión. Ustedes dicen: No, este no soy yo. Mi nombre me fue dado después de nacer. Alguien me ha dado este nombre. Entonces, qué era yo antes?” Luego viene lo del cuerpo. Antes de este cuerpo, ustedes estaban allá. Ustedes entraron en el cuerpo. Pero, quién fue ese que entró en el cuerpo? Ahora ustedes están yendo más profundo, Kohum . Constantemente están removiendo capas. Cuando quitan las capas de una cebolla, la frescura se evidencia. Cuando remueven las capas de un repollo, las hojas más tiernas aparecen. Las capas exteriores están más duras y ajadas. Nosotros también tenemos muchas capas, y estos estratos psicológicos los hemos tomado equivocadamente por nosotros mismos. Es debido a estos estratos que pasamos día y noche depresivos, prejuiciados, reprimidos, enojados, irritados e infelices. Piensen en ustedes mismos, cómo están empleando su día?. La mayor parte del tiempo estamos perdidos entre todas estas capas. Escasamente tenemos tiempo para sentir nuestra verdadera naturaleza y experimentar la divinidad interior. Usamos la palabra kohum para investigar nuestro yo real, avanzando más y más profundamente.