Fundamentos:
Esta ciencia, que se dedica a estudiar los cambios de consciencia en el ser humano, fue fundada en España en 1960 por el neuropsiquiatra colombiano Alonso Caycedo. El autor recogió conocimientos y aportes de distintas culturas y ciencias, tanto de Occidente como de Oriente, tales como:

1- Hipnosis. De la cual Caycedo posteriormente se alejó en busca de una mayor autonomía en la relación entre sofrólogo y alumno, dándole gran importancia a la participación activa de este último.

2.- La Fenomenología, del griego fainomerio, que significa aclarar con su propia luz.
Aquí se respeta la identidad del sujeto y del objeto sin que uno sustituya al otro, es decir, hay que vivir el fenómeno sin emitir ningún juicio. De otra forma, podríamos decir que el sofrólogo llega a ser un fenomenalogo que observa y capta la pluridimensionalidad de las cosas. Cada fenómeno, en su pluridimensionalidad, permite ser visto de distintas maneras y a la vez tomar consciencia de la existencia real de lo que no se ve. El posible es tan verdadero como lo que llamamos real.

3.- El griego antiguo. De allí Caycedo nos trae toda la semántica de la sofrología y se interesa particularmente en la terapia con la voz. El sofrólogo utiliza la palabra suave y monocorde para conducir a
la sofronización.

4.- El yoga y el budismo Zen. De estas fuentes extrae elementos y ejercicios que fue seleccionando a través de su propia práctica, nacida en los viajes al Oriente.

El objetivo fundamental de la sofrología está orientado al desarrollo armónico del ser humano y a la transformación positiva de su existencia.

Por medio de la sofronización, que es el proceso que lleva a la modificación de los niveles de consciencia, es factible traer del inconsciente al consciente facultades y aptitudes muy importantes en el proceso de desarrollo y conocimiento de sí mismo.

Cada ser humano recorre cotidianamente tres estados de consciencia: la vigilia (que es el estado de actividad), el sueño, y el nivel alfa o sofroliminal, que está presente al despertar antes de abrir los ojos y justo antes de dormir. Este estado alfa es fácil de lograr, pero lo interesante es alargar este período para obtener el máximo de ventajas, ya que una imagen o sugestión multiplica su fuerza cuando se encuentra en este nivel de consciencia.