Si realmente reconocemos que cada uno de nosotros es el mundo y no estamos aislados de él, podremos tomar consciencia de que para cada uno existe la posibilidad del cambio de conducta. Así, cada emoción negativa que dejemos atrás en nuestro proceso de transformación positiva, será una cuota de aire limpio
en ese mundo gris. La suerte, el éxito, y todas esas profecías que en algún momento nos pueden parecer inalcanzables, están directamente relacionadas con nuestra capacidad de cultivar lo positivo.
Tercer Nivel o de la Intuición:
Aquí nos enfrentamos a un campo de posibilidades muy amplio, ya que no encontraremos las fronteras limitadas de la materia sino que podremos acceder a otros niveles de consciencia. A este nivel tenemos la posibilidad de reconstruir el pasado en forma positiva a partir de un trabajo de activación del mismo, constituido por los acontecimientos positivos. Estos, aunque descoloridos, siempre están presentes entre los recuerdos negativos.
Más adelante, el campo es mayor aun, ya que por el uso de visualizaciones, imaginería y trabajos con mandalas, se van produciendo nuevas aperturas de consciencia que tienen manifestaciones muy individuales, las que, en general, se refieren al acceso a experiencias místicas personales y, por sobre todo, a un acercamiento a la meditación.
Cuarto Nivel o Trascendental:
A este nivel ya no hay fronteras de ningún tipo, es más abstracto y poco se puede comentar sobre él, ya que los ejercicios son mínimos y corresponden a aquellos aportados por la fenomenología. El hombre se abre hacia lo cósmico y aparecen esas experiencias inolvidables e indescriptibles tan ardientemente deseadas a cierto nivel de consciencia, como las de totalidad, unicidad o, más abstractamente, un acercamiento a lo insondable….
Conversación con Jean-Marie Isch:
Su mirada está tocada por la poesía cálida de los pequeños pueblos de Francia, como aquel en el que nació; pero también convergen en ella los misterios colectados a lo largo de los viajes llenos de contacto humano y de aquellos paisajes más primigenios de sus búsquedas místicas y de desarrollo personal.