Su trabajo como orientador espiritual y social en diferentes comunidades le hizo tomar contacto con el dolor humano en todas sus formas e intensidades. Pronto se dio cuenta de que sus herramientas eran escasas y que existían innumerables trabas de tipo burocrático que limitaban las posibilidades de ayuda significativa frente a las grandes necesidades. Este impacto removió muchas cosas dentro de él, haciéndosele imperativo ampliar sus propias fronteras en busca del conocimiento de sí. Comprendía que, sólo partiendo de su propio desarrollo personal, sería capaz de entregar elementos válidos a los otros. Así fue como tomó contacto en París con esta nueva ciencia, la que, además de dar respuestas a sus innumerables interrogantes, lo sorprendió por su dinámica y por los rápidos resultados en pro del mejoramiento de las condiciones de vida. Es impresionante cómo en pocas sesiones se pueden ir manifestando cambios visibles, por ejemplo, el aumento de la imaginación, de la memoria, del deseo de hacer algo. También permite una mayor concentración, aumento de la sensibilidad, una recuperación y dinamización energética, lo que finalmente se traduce en frecuentes y progresivas aperturas de consciencia.

Como se trabaja a nivel de la consciencia, para Jean-Marie es claro que por medio del trabajo sofrológico
es posible tener excelentes resultados en cualquier ámbito. Reconoce el gran impacto en el campo de la educación, donde el trabajo con los niños es de gran rapidez, sobre todo en aquellos que demuestran una palpable falta de interés o imposibilidad de concentración. Ayudar tempranamente a un individuo a ser él mismo es algo maravilloso porque, al mismo tiempo, se está haciendo una gran contribución a la sociedad. Sólo siendo ese ser único que se está destinado a ser, se tendrá la capacidad de asumir su verdadero lugar en beneficio de la armonía de la humanidad.

También es claro que la sofrología puede estimular el desarrollo social. Resultan interesantes los resultados en el plano de la familia, de la comunidad, ya sea en poblaciones y también en las empresas. De gran trascendencia ha sido asimismo la colaboración de la sofrología en el campo de la medicina. Para Jean-Marie, es impactante el aporte en el tratamiento de individuos drogadictos, en la preparación y recuperación de cirugía mayor, así como también en el reencuentro de la forma corporal adecuada en casos de obesidad. Es beneficiosa su aplicación en toda enfermedad complicada, donde el miedo y la angustia acompañan al enfermo, debilitando sus capacidades de lucha.