En su experiencia personal, este sofrólogo francés nos cuenta lo impresionante que fue para él el trabajo con la muerte, cuando la persona ya ha tenido una maduración emocional previa. Se podría decir que el fenómeno de la muerte se experimenta cada vez que se duerme, ya que en ese período se está en otro estado de consciencia, y, desde esta premisa, la muerte no es algo totalmente desconocido sino más bien algo integrado a nuestro inconsciente. El trabajo en sí consiste en hacer una recopilación de lo que se ha vivido antes de llegar a este momento para el cual tanto se ha luchado y que es considerado míticamente una boda celestial. Al tomar consciencia que la muerte es un momento culminante de la vida, nos damos cuenta de lo importante que es prepararse para ella. De allí la trascendencia de esta recopilación que se hace en tres etapas: pasado, presente y futuro. La relectura de estas tres etapas hace posible valorar todos los logros y cambiar en el presente todas las actitudes y recurrencias que nos alejan de la verdadera expresión de nosotros mismos y por lo tanto de nuestra misión.
Jean-Marie finaliza dándonos un mensaje muy optimista acerca de un mundo mejor que todos quisiéramos compartir, ya que para él es muy claro que está en la mano de cada ser humano su propia transformación y que cada uno de esos individuos es un agente de cambio para muchos otros.
Más Información:
Abrezol, Raymond.- Vaincre par la Sophrologie.- Marabout
Hubert, Jean Pierre.- Traité de Sophrologie.- Courrier du Livre
Loussouarn, Thierry.- Transforme su Vida por la Sofrología.- Edaf