a) El agente transmisor, El intenso deseo de realizar una impresión satisfactoria hará retornar el pensamiento proyectado hacia quien lo trasmitió.
b) El agente receptor. El lanza una corriente tan fuerte de energía, debido al intenso deseo de lograr buenos resultados que, al encontrarse con la otra corriente de energía que se aproxima, la bloquea y rechaza, haciéndola retroceder al punto de partida. Si el receptor es consciente de ello y trata de reprimir el cúmulo de sus deseos, con frecuencia se rodea de un muro de deseos inhibidos, a través del cual nada puede penetrar.
La telepatía y los poderes afines únicamente se comprenderán cuando la naturaleza de las fuerzas, las emanaciones, radiaciones y corrientes de energía sean mejor captadas. Esto se está obteniendo con mayor rapidez, a medida que la ciencia penetra más profundamente en lo arcano de las energías y comienza a trabajar – como lo hace el esotérico – en el mundo de las fuerzas.
También debe tenerse en cuenta que sólo cuando los centros (chakras) son utilizados conscientemente se obtienen fructíferos resultados, siempre que el trabajo sea cuidadosamente realizado. Por ejemplo, una persona emotiva que emplea principalmente el plexo solar, tratará de entrar en comunicación con otra de tipo mental. Esto sólo traerá confusión, porque ambas personas, usando centros diferentes, son sensibles a ciertos tipos de fuerza e insensibles a otros. 0 bien, si ambas están mentalmente polarizadas y, por lo tanto, son sensibles a vibraciones similares, pueden tratar de hacer contacto telepático cuando una de ellas está bajo tensión emotiva, siendo incapaz de responder; o puede ser que esté preocupada intensamente por algún problema de nivel mental, encerrada tras un muro de formas mentales e impermeabilizada a las impresiones. Como podrá verse, para tener éxito en el trabajo telepático, la cualidad necesaria es desapego.
El problema que ustedes encaran como discípulos cuando están aprendiendo a desarrollar la sensibilidad telepática, se basa en: