Kabir dice:
Lo que nos ayuda es el Espíritu de búsqueda constante;
soy esclavo de ese Espíritu.
IV
No vayas al jardín florido, no vayas, ¡oh amigo!
En ti están el jardín y sus flores.
Inclínate sobre el loto de los mil pétalos,
y contempla allí la Infinita Belleza.
V
¿Cómo podré, ¡oh hermano!, renunciar a Maya?
Cuando deshice el nudo de mis cintas,
todavía me quedó sujeto el vestido;
cuando me quité el vestido,
aún me cubrían el cuerpo sus pliegues.
Y así, cuando abandono mis pasiones, mi cólera persiste.
Y cuando renuncio a la cólera, aún queda la envidia.
Y cuando venzo a la envidia,
todavía persisten mi vanidad y mi orgullo.
Cuando el espíritu se libera, arrojando a Maya,
aún queda prendido en la letra.
Kabir dice:
Óyeme bien, querido Sadhu:
la verdadera senda no es fácil de encontrar.
VI
La luna brilla en mi interior,
pero mis ojos ciegos no pueden verla.
La luna está en mí, lo mismo que el sol.
Sin que lo toquen,
el tambor de la eternidad resuena en mi interior,
pero mis oídos sordos no pueden oírlo.
Así, en tanto que el hombre reclame el yo y lo mío,
sus obras serán como cero.
Cuando todo amor del yo y de lo mío haya muerto,
entonces es cuando se consumará la obra del Señor.
Que el trabajo no tenga otro afán que el conocimiento.
Alcanzado el conocimiento, déjese el afán.
El afán de la flor es el fruto;
cuando el fruto madura, la flor se marchita.
El ciervo contiene el almizcle,
aunque no lo busca en sí mismo,
sino husmeándolo en la hierba.
VII
Cuando se revela a sí mismo,
Brahma descubre lo invisible.
Como el grano está en la planta,
como la sombra en el árbol,
como el espacio en el cielo,
como infinidad de formas están en el espacio,
así, desde el más allá del Infinito, el Infinito viene,
y el Infinito se prolonga en lo finito.
La criatura está en Brahma, y Brahma está en la criatura;
son para siempre distintos,
aunque estén para siempre unidos.
Él mismo es el árbol, el grano y el germen.
Él mismo es la flor, el fruto y la sombra.
Él es el sol, la luz y todo lo que se ilumina.
Es Brahma, la criatura y la ilusión.
Es la forma múltiple, el espacio infinito.
Es el aliento, la palabra, la idea.
Es lo limitado y lo ilimitado,
y más allá de lo limitado y de lo ilimitado,
es el Ser puro.
Es el espíritu inmanente en Brahma y en la criatura.
El Alma suprema se ve en el interior del alma.
El punto último se ve en el Alma suprema.
Y en ese punto aún se reflejan las creaciones.
Kabir es bendito porque goza de esta visión suprema.