Para los gnósticos, los ortodoxos no buscan … a Dios … no inquieren acerca de Dios… el hombre insensato oye la llamada, pero ignora el lugar de donde ha sido llamado. Y no pregunta, durante la prédica, Dónde está el templo en que debería entrar para adorar? (Enseñanza autorizada, 33, 3-44). Se limitan a creer las prédicas que oyen, sin hacer preguntas, aceptando el culto y, lo que es peor, censurando a quienes preguntan acerca de su salvación.

Ya que la ignorancia, y no el pecado es lo que causa el sufrimiento de los hombres, el movimiento gnóstico valora sobre todo el conocimiento. Y como el más importante, el autoconocimiento, que es percepción íntima. Careciendo de él, la persona tiene la sensación de ser movida por impulsos que no entiende. Esta
es una idea totalmente moderna, compartida hoy por la psiquiatría. La mayoría de la gente vive en el olvido, o, por decirlo en términos contemporáneos, en el inconsciente. Y al permanecer inconsciente de su propio ser, el hombre pierde sus raíces.

Quien es ignorante, creatura del olvido, (Evangelio de la verdad) no puede experimentar satisfacción.
Una persona así, sólo vive en deficiencia. Y la deficiencia consiste en ignorancia: como con la ignorancia de alguien, cuando llega a tener conocimiento, su ignorancia se evapora por sí sola, del mismo modo que la oscuridad desaparece cuando aparece la luz, también la deficiencia se evapora con la satisfacción. (Diálogo del Salvador; 177)

La ignorancia de uno mismo es, por lo tanto, para los gnósticos una forma de autodestrucción: Si uno no entiende como nació el fuego, se quemará en él, porque no conoce su raíz. Si uno no entiende primero el agua, no sabe nada… Si uno no entiende como nació el viento que sopla, correrá con él. Si uno no entiende como nació el cuerpo que lleva, perecerá con él… Quienquiera que no entienda como vino, no entenderá cómo se irá… (Diálogo del Salvador;177).

La psicoterapia y los gnósticos están de acuerdo al decir que la psiquis lleva dentro de sí el potencial para la liberación o la destrucción. Según el Evangelio de Tomás, Jesús habría dicho Si sacas lo que está dentro de tí, lo que saques te salvará. Si no sacas lo que está dentro de tí, lo que no saques te destruirá. Reconoce lo que está ante tus ojos y lo que está oculto te será revelado.