Si el mundo es malo, el lugar donde las almas sufren, quién lo creó? porqué lo creó?. Existen muchas y complejas explicaciones entre los gnósticos sobre quién habría creado este mundo tan imperfecto. Sin embargo, en general, siempre vuelve la idea que el mundo no fue creado por el verdadero Dios, sino por un poder inferior. El Demiurgo (Dios creador) es presentado con frecuencia como un obrero inexperto que se esfuerza por copiar la obra del verdadero Dios.

Si bien la gnosis es una actitud fundamentalmente dualista que opone al mundo y Dios, la luz y las tinieblas, lo superior y lo inferior, el hombre participa tanto del mundo inferior como de la naturaleza divina. Es un destello luminoso aprisionado en la carne. El alma, la parte superior del hombre es siempre un fragmento luminoso sustraído de la divinidad y aprisionado en la tierra. El problema es saber cómo el alma – chispa divina extraviada en la tierra – puede retornar a las regiones de donde ha caído.

La gnosis es reminiscencia: recuerda al elegido su primer estado: Si estás hecho de vida y de luz y adviertes que esa es tu naturaleza, volverás a la vida y a la luz. El hombre que recibe la luz, separa de él las pasiones que lo dominaban. La gnosis es el conocimiento del camino hacia lo alto y de los medios empleados para seguirlo. Pero el hombre sólo puede llegar a ella si advierte que él mismo es, en pequeño, el mundo entero. El hombre es un microcosmos donde aparecen todos los poderes y sustancias del macrocosmos. Se compone de materia, pero contiene también el Logos, el Espíritu divino viviente que reina sobre las regiones superiores del Cosmos.

Conclusión.

Los descubrimientos de Nag Hammadi han replanteado cuestiones fundamentales a los estudiosos del desarrollo del cristianismo. Tal vez si la iglesia naciente no hubiera logrado una estructura organizativa y teológica tan firme, el cristianismo hubiera desaparecido de la historia, junto con decenas de cultos religiosos que rivalizaron con él en la antigüedad.

Sin embargo, no debemos perder de vista que los cristianos, tanto ortodoxos como gnósticos, al igual que toda la gente religiosa, defiende sus ideas como expresión de una particular experiencia religiosa. El gnosticismo y la ortodoxia expresan clases muy diferentes de experiencia humana y por lo mismo, atrae a tipos muy diferentes de personas.