– Cómo empezó tu interés por los sueños?
– Todo comenzó con un sueño repetitivo que me hacía despertar en medio de la noche. Veía un funeral que avanzaba por Av. La Paz, paralelo a lo cual me daba cuenta de que era mi propio funeral y que el cortejo estaba formado por mis alumnos de orfebrería.
Este sueño, aunque me inquietaba por lo repetitivo, no parecía tener ninguna relación con mi vida exterior. No tenía grandes conflictos, como licenciada en arte me dedicaba a la orfebrería tanto en el aspecto creativo como en la docencia; en lo familiar, económico y profesional todo parecía estar muy bien.
Así dejé pasar el tiempo hasta que, a causa de un accidente con la máquina laminadora de metales, casi perdí la mano izquierda. Después de varias operaciones logré recuperar parte de la movilidad pero ya nunca más ejercí como orfebre. En ese momento entendí lo que el sueño me anunciaba: mí muerte como orfebre. Entre el dolor y las dificultades psicológicas empecé a buscar talleres de sueños con el objeto de iniciar un aprendizaje que me permitiera interpretar mis sueños.
Deambulé por diferentes talleres, en la línea freudiana, de Perls y otros, en los que no encontré respuestas adecuadas a lo que yo necesitaba, lo que me llevó a la decisión de leer directamente a los autores. Cuando releí a Jung empecé a encontrar el sentido.
Mas tarde decidí ir a Brasil, país en el que había residido muchos años. Allí asistí a un taller realizado por analistas del Instituto Carl Jung de Zurich; el curso era muy bueno y me permitió interiorizarme de varias técnicas. También tomé contacto con integrantes del Instituto Edgar Cayce, lo que me incentivó a viajar hasta Virginia, Estados Unidos, donde pude seguir mi aprendizaje en este Instituto. Todo esto lo hice como una búsqueda totalmente personal. En esa época nunca imaginé que llegaría a dictar talleres. Cuando regresé para radicarme en Chile, poco a poco comenzaron a llegar amistades y relaciones a contarme sus sueños para encontrar sus significados. El grupo empezó a aumentar, y sin saber cómo ni cuándo empecé a hacer talleres. Pronto empecé a ver los resultados en las personas que asistían, lo que me llevó a hacerlo profesionalmente.