Lo que distingue al hombre superior, al que se destaca por sus notables capacidades, sean de un orden u otro, del hombre vulgar, del hombre elemental, es precisamente que el primero tiene acceso (muchas veces sin saber por qué ni cómo) a alguno de los niveles superiores de su propio ser.

2.- Falta de unidad.- El hombre vive como reino dividido, Las diversas facultades o niveles de consciencia actúan en completa independencia los unos de los otros, cuando no lo hacen en mutua contraposición. El cuerpo busca algo distinto o contrario de lo que quiere su voluntad; sus sentimientos reaccionan a menudo en contra de sus ideas y convicciones; lo que desea en un momento dado deja de desearlo en otro, etc. Es enorme la cantidad de energía que consumen tales tensiones, y lamentable la disminución de rendimiento que produce en todos sentidos este actuar en zigzag, que llega a veces a esterilizar completamente una vida.

Es en este hecho donde encontramos el origen de toda neurosis y de tantos trastornos de carácter, tales como la ansiedad, timidez, impulsividad, abulia, etc., que se interponen constantemente en la expresión libre y completa de las posibilidades del hombre.

3.- Falta de jerarquía.- Esto se refiere al hecho de que no basta que los diversos niveles del hombre (vegetativo, afectivo. racional, intuitivo, etc.) estén integrados, sino que es preciso que los inferiores actúen en completa subordinación a los superiores. de modo estable, sin excesivo esfuerzo, sin grandes sacrificios, pues ello demostraría que no se ha logrado de modo firme la unidad mencionada anteriormente. A veces sucede que de momento el hombre consigue unificar su estructura compleja. Pero esta unificación, unas veces se hace centrada en un nivel superior, y entonces el hombre hace el bien en todas sus acepciones, y otras veces se hace alrededor de un nivel inferior. En este caso, el hombre desciende, baja en su valoración humana, hace el mal, el hombre se pone de acuerdo consigo mismo para hacer lo que no debe. Pasa así del predominio de un nivel al predominio de otro. Su posición es inestable y peligrosa.