Volvamos una vez más a nuestro hexagrama: aunque el I Ching no sólo parece estar satisfecho con su nueva edición, sino incluso expresar un acentuado optimismo, esto aún nada predice acerca del efecto que tendrá la edición sobre el público al que se propone llegar. Puesto que tenemos en nuestro hexagrama dos líneas yang destacadas por el valor numérico nueve, estamos en condiciones de averiguar qué clase de pronóstico formula el I Ching para sí mismo. Según la concepción antigua, las líneas señaladas con un seis o un nueve poseen una tensión interior tan grande que las lleva a transformarse en sus opuestos, es decir, yang en yin y viceversa. Mediante este cambio obtenemos en el caso presente el hexagrama 35 Tsin, EL PROGRESO.
El sujeto de este hexagrama es alguien que tropieza en su ascenso con toda suerte de vicisitudes, y el texto describe la forma en que debería conducirse. El I Ching se encuentra en la misma situación: se eleva como el sol y se da a conocer, pero es rechazado y no halla confianza: se lo ve “progresando pero apesadumbrado.” Sin embargo, “uno obtiene gran felicidad de su antepasada”. La psicología puede ayudarnos a dilucidar este pasaje oscuro. En los sueños y en los cuentos de hadas, la abuela, o antepasada, a menudo representa al inconsciente, ya que éste contiene en el hombre el componente femenino de la psiquis. Si el I Ching no es aceptado por la parte consciente, por lo menos el inconsciente lo acepta a medias, y el I Ching está más estrechamente conectado con el inconsciente que con la actitud racional de la consciencia. Dado que el inconsciente a menudo aparece representado en los sueños por una figura femenina, tal puede ser la explicación en el caso presente. La persona femenina podría ser la traductora que ha brindado al libro sus cuidados maternales, y esto muy bien podría parecerle al I Ching una “gran felicidad”. El I Ching anticipa la comprensión general, pero teme ser mal usado: “Progresa como una comadreja.” Pero está atento a la advertencia: “No te tomes a pecho ganancia ni pérdida”. Permanece libre de “móviles no imparciales”. No se lanza contra nadie.