Igual como el que ha estado a punto de ahogarse cuenta que la visualización de su vida pasó por delante de él, aquellos que han dominado este ejercicio dicen que los eventos del día, tal como han sido grabados en su memoria, se representan por sí mismos en su forma y color originales. Las interrupciones, frecuentes al comienzo, cada vez son menos. Desde un inexperto operador constantemente cortando el video, el estudiante persistente llega a ser un experto. Y su recompensa no es solamente la revisión del día, sino el control de la mente que ha hecho tal revisión posible. Ninguna de las numerosas escuelas de control mental tendría nada que enseñar a quien domine este método.

La tercera dificultad, que tal vez debió haber sido colocada primero, es simplemente: dormirse. El cerebro pensante, como sabemos, tiende a mantenernos despierto. El preocuparse – que es pensamiento emocional – es la más común causa de insomnio. La revisión del día en forma visual, por otra parte, al no ser una forma de pensar, induce al sueño como ningún somnífero podría hacerlo mejor. En el peor de los casos, por lo tanto, te dormirás; y en el mejor de los casos sabrás lo que es morir diariamente.

A.R. Orage

Traducido y extractado por Ester Silva de
“Psychological Exercises & Essays”
Samuel Weiser Inc.