2.- Es infinito porque nunca se termina de explorarlo. Es como una realidad sin fondo y sin límites. Al profundizar en él, uno se explora a sí mismo, ampliando interminablemente las fronteras de su conocimiento personal. Uno se siente embarcado en una aventura misteriosa de la que no se vislumbra el final, y se intuye que eso es realmente vivir.

La existencia de esta relación:
Esta relación con el Absoluto profundo no existe conscientemente en todas las personas. Muchas jamás se han sentido atraídas por esa zona profunda y, por lo tanto, no han volcado su atención hacia ella.

Sus modalidades: Algunas personas están en comunicación constante e íntima con este Absoluto y se relacionan con él espontáneamente al actuar. Otras se relacionan con él de vez en cuando, en ciertas circunstancias de crisis, pasando el resto de su vida motivados por sus propios intereses, ideas y deseos.

Otras, en tanto, organizan su vida sin tener el menor conocimiento de esta realidad interior.

Su importancia: La percepción de este Absoluto profundo y la decisión de dejarse orientar por él da un sentido a la vida, se tiene una razón para vivir, una meta que cumplir. A la vez, la ausencia de esta relación produce crisis existenciales que pueden llegar a graves extremos, Podemos citar a Victor Frankl, célebre psiquiatra austriaco:

“Entre quienes se dirigen a nosotros, hay un número creciente de personas que sufre de un sentimiento de vacío interior – vacío existencial – producido por una falta total del significado de su existencia. Si tratamos de examinar brevemente las posibles causas de este problema, diríamos que se debe a la pérdida del instinto y a la pérdida de la tradición.

Al contrario del animal, ningún instinto le dice al hombre lo que tiene que hacer. Y ya no quedan tradiciones que le indiquen el camino. Esta desorientación produce lo que se ha dado en llamar “neurosis de angustia”, siendo más un síntoma a nivel espiritual que psíquico, causado por una ausencia total de sentido de la vida.”