Si elegimos cambiar, adquirimos confianza en nosotros mismos porque nos transformamos en ejemplo para los que nos rodean, que a su vez, nos sirven de estímulo para continuar. Aprendemos a enfrentar la vida
con confianza y corazón abierto. Hay que aceptar que siempre tendremos problemas, porque tenemos poco control sobre muchas cosas.
Debemos conocer la calidad de nuestros sentimientos y emociones, para ver con claridad el resultado de nuestras acciones. Reconocer los patrones habituales de respuesta a las dificultades, es el primer paso a
la consciencia. Tomar distancia y observar la situación de una forma realista para pensar nuevas formas de enfrentar el problema, es aprender a reorientar la energía emocional. Observar el sentimiento sin juzgarlo, manipularlo o suprimirlo, comprobar que tenemos hábitos que nos traen dificultades.
La energía emocional se puede usar para encarar los problemas. Al descubrir el juego entre mente y sensación, conseguimos que la energía fluya en dirección positiva.
Cuando nos apegamos a nuestras emociones se tornan dolorosas, pero las emociones son sólo energía. Se pueden transformar en sentimientos positivos, porque las reacciones dependen de nosotros.
La energía usada de manera positiva, nos enseña acerca de nosotros mismos y transforma reacciones improductivas en eficientes canales de comunicación con la vida.
Nuestro ser y comprensión, se expresan en la forma en que vivimos. La práctica de la atención es sólo para estar con nosotros y el mundo. Si observamos atentamente el cuerpo, sentimientos y pensamientos, nos detenemos, si nos detenemos, vemos, si vemos, comprendemos. Su fruto es la paz y felicidad. Si sabemos estar en paz, nuestro trabajo es un medio eficaz y extraordinario para expresar nuestro ser más profundo. Es necesario mirarse y reconciliarse con los pensamientos negativos. Sólo así tendremos verdadera paz y alegría. Nuestra vocación nos induce a buscar un trabajo que nos ayude a practicar nuestro ideal de compasión para con todos los seres que habitan el planeta.
Aceptarse a sì mismo, dominarse ¿son
señales de atenciòn total? ¿O màs bien
son distracciones con relaciòn al hecho
de que el aceptador es lo aceptado y el
dominador lo dominado?
Su comentario, un ejemplo de la manifestación del polo intelectual en el contexto del trabajo interior.
La atención plena del ahora es toda una disciplina que es fomentada por la voluntad de hacerlo. Cuando leemos esto nos motivamos e iniciamos este trabajo, sin embargo, ante los primeros tropiezos dejamos poco a poco esta disciplina; es aquí donde entra precisamente la voluntad de que a pesar de lo que este pasando con nuestra motivación podemos seguir adelante. Es es el camino de la libertad que tanto buscamos y que no encontramos al estar distraidos y fuera de la realidad. Se abre la invitación a ejercer nuestra voluntad.