El trabajo que realizamos puede nutrir nuestra compasión y comprensión, pero también puede corromperlas.

La atención en la vida comunitaria

Está clara la idea de que el cambio personal, lleva al cambio social. Cada uno debe asumir la responsabilidad de su propia vida, porque el despertar de cada persona forma parte del despertar de la aldea, ésta del país y el despertar de un país lleva al despertar del mundo.

La forma usada para desarrollar este movimiento, consiste primero, en que el grupo reunido reconozca cual es su situación y necesidades.

El segundo paso, es descubrir las causas de esas necesidades y conflictos. Ellos pueden detectar que son el egoísmo, avaricia, desconfianza, competencia, etc. Esto les hace perder energía y comprobar que se fundamenta en la sensación individual de separatividad.

El tercer paso es que esa situación puede cesar al encontrar el vigor propio de una comunidad unificada y segura de sí misma..

Cada persona puede elegir sus acciones, porque nadie tiene un destino inexorable, el significado del karma es acción y elección. Depende de la voluntad, atención y elección momento a momento. Esto permite orientar esas elecciones y dar origen a actividades tangibles e inmediatas para el bien común. Es necesario estar atentos a las necesidades de los demás, aprender a escuchar más allá de las palabras, tratar de comprender la mente de los otros y, sobre todo, practicar la atención.

La manera de divulgar estas actitudes y acciones en las personas podría ser a través de gráficos, símbolos, carteles, etc.

Para reconocer que este proceso se está desarrollando normalmente, hay cualidades que se manifiestan.
La más importante es la caridad que involucra compartir las capacidades, bienes, tiempo y energía propios. La caridad es el terreno en que puede crecer el respeto mutuo y la confianza. El acto de dar recompensa al que da.

Las medidas del despertar personal son la generosidad que ayuda a adquirir capacidad de trabajar en armonía con otros porque desarrolla el impulso de servicio y, muy principalmente, la no violencia. Se considera que la caridad suscita en los demás el mismo comportamiento. El corazón sin ataduras resuelve conflictos, inspira la energía del dar y ennoblece las tareas domésticas.