El Séptimo Rayo.

El Séptimo Rayo es la energía de Orden Ceremonial. Constituye una expresión de la voluntad que impele hacia la manifestación externa; contiene en sí la periferia y el punto en el centro. Es la voluntad para la síntesis ritualista”, si puedo expresarlo así; la necesidad – principal factor condicionante de la naturaleza divina – de expresarse en forma rítmica y ordenada, de abarcar lo que está arriba y lo que está abajo” y, por medio de esa actividad, producir belleza, orden, totalidad perfecta y rectas relaciones. Es la energía impulsora que emana del Ser cuando aparece, toma forma y vive. Es la Voluntad de Expresión. Actualmente, en lo que concierne a la humanidad, su expresión más elevada es la organización.

El Señor de Orden Ceremonial o Magia está ahora entrando en el poder, y en forma lenta y segura hace sentir Su presencia. Su influencia es muy poderosa en el plano físico, porque existe una íntima interrelación numérica entre el Señor del séptimo rayo, por ejemplo, y el séptimo plano, el físico, así como la séptima raza raíz estará en completo acuerdo y expresará perfectamente la ley y el orden. Este rayo de orden y su advenimiento es parcialmente responsable de la actual tendencia en los asuntos mundiales de implantar gobiernos dictatoriales o imponer el control de un grupo central de gobierno.


“Cuando la luz de los siete rayos se fusiona con la del séptimo
rayo, entonces se podrá conocer la luz suprema.
Las implicaciones derivadas de este punto sorprenden al primer golpe de vista y exigen un reconocimiento inmediato de dos factores, tiempo y espacio. Las significaciones implícitas en este punto pueden ser más claras si parafraseo el enunciado, dándoles así un sentido de la significación que les traerá comprensión. Cuando la energía de la luz de todos los rayos se expresa por intermedio del séptimo rayo, entonces el aspecto más elevado de la luz divina puede penetrar en el plano físico. Evidentemente será muy difícil que capten este enunciado, por ser además la afirmación de una verdad fundamental.

En una instrucción anterior señalé que estaban involucradas tres ideas para comprender la significación de estos puntos de revelación que, una vez captadas, aparecen en toda su belleza, claridad y simplicidad. El Procedimiento requerido para la manifestación de la luz suprema” tiene lugar cuando se alcanza un nivel transitorio de síntesis y las siete energías se fusionan en una gran Luz energética. Estas siete energías de conjunto han creado siempre la luz suprema” en los niveles más elevados de la expresión divina, pero esa luz reveladora encuentra Ubicación sólo cuando el séptimo rayo de Orden Ceremonial está activo y en proceso de manifestarse en los tres mundos y necesariamente en el séptimo plano, el plano físico. Tal manifestación tiene lugar inevitablemente en los momentos de crisis planetaria, cuando el séptimo rayo está activo y el Sol se encuentra en Acuario.

Esta combinación de relaciones se va estableciendo ahora porque el séptimo rayo se está manifestando rápidamente, y el Sol está en Acuario, comenzando ahora la era acuariana. El Objetivo de esta combinación (que ha tenido lugar seis veces durante el período de la quinta raza raíz) es traer iluminación y establecer orden en la Tierra. La divulgación de la Nueva Invocación fue el primer indicio de la posibilidad de la efectividad de estas proposiciones divinas; su poder fue tan grande que hubo que esperar las correctas condiciones antes de su posible enunciación.

Ese fue el primer paso en la proyectada precipitación de la luz suprema”; el segundo será la reaparición del Excelso Señor, que actuará como lente por el cual podrá enfocarse la luz y adaptarla a la necesidad humana. Se están creando rápidamente las condiciones que posibilitarán este gran acontecimiento de distribución de luz. El Cristo puede actuar y actúa ahora en el plano átmico, personificando en Sí Mismo al gran Punto de Revelación, como lo manifesté con las palabras: “La Voluntad es una expresión de la Ley de Sacrificio”. La invocación que asciende ahora desde la humanidad hasta el Lugar elevado donde mora el Cristo, se enfoca u origina en el plano de las emociones; por eso se dice en las Escrituras que al final de la era surgirá “el Deseo de las Naciones”. Por lo tanto, desde el plano astral surge desde las masas – el movimiento para que Él venga. Los proyectos de Su venida se están forjando en la analogía superior del plano astral, el búdico, o el plano de la razón pura.

El poder motivador para Su advenimiento, lo proporcionan los discípulos e iniciados, siendo, por consiguiente, un movimiento conjunto, calificado por el deseo y el móvil de la Jerarquía y la Humanidad unidas; en consecuencia, la Invocación no puede ser desoída. Astrológicamente el momento es propicio; desde el aspecto planetario son inminentes grandes e importantes acontecimientos, porque el Logos planetario está recibiendo una iniciación cósmica; la energía que trae orden y une en forma mágica el espíritu y la materia (la energía de séptimo rayo), ya está organizando los asuntos humanos, y estos tres grandes acontecimientos coincidentes en tiempo y espacio, hacen posible que las energías del séptimo rayo alcancen un elevado punto de actividad y cooperación fusionadas.

El resultado será la creación de un canal directo para la precipitación de la luz suprema” en los tres mundos y su enfoque predominante en el plano físico. Así se creará la nueva civilización y el nuevo orden mundial y hará posible el nuevo acercamiento a la divinidad; se darán entonces los pasos iniciales para la creación del “nuevo cielo y la nueva tierra”. Es aquí donde necesitarán discernir cuidadosamente entre símbolos y realidades; no es necesario darles más indicaciones.

Ahora me referiré al propósito del rayo descripto en una antigua enseñanza, redactada en hojas tan viejas que la escritura se va desvaneciendo lentamente. La traduciré en lenguaje moderno, aunque se perderá gran parte del significado…

El Séptimo Propósito de la Deidad

7mo. Rayo. Orden Ceremonial o Magia.

Que se construya el Templo del Señor”, pregonó el séptimo gran Ángel. Entonces siete grandes hijos de Dios, en sus lugares, en el norte, sur, este y oeste, se encaminaron con paso mesurado y tomaron asiento. Así comenzó el trabajo de construcción.

Las puertas se cerraron. La luz brilló tenuemente. Los muros del templo no se divisaban. Los siete permanecían silenciosos y sus formas estaban veladas. El momento no había llegado para que brillara la luz. El Verbo no podía ser pronunciado. Sólo las siete Formas llevaron a cabo el trabajo. Un silencioso llamado fue emitido de una a otra. Sin embargo la puerta del templo permanecía cerrada.

A medida que pasaba el tiempo se escuchaban los sonidos de la vida. La puerta se abrió y luego se cerró y cada vez que se abría aumentaba el poder dentro del templo, la luz se acrecentaba con más fuerza, porque uno a uno penetraban en el templo los hijos de los hombres, pasaban de norte a sur, de oeste a este y en el centro del corazón hallaron luz, comprensión y poder para trabajar. Atravesaron la puerta; pararon ante los Siete; levantaron el velo del templo, y entraron en la vida.

El templo se acrecentaba en belleza. Sus líneas, sus paredes y sus decorados, su altura, profundidad y anchura emergían lentamente y penetraban en la luz.

Del este surgió la Palabra: Abrid la puerta para todos los hijos de los hombres que vienen desde el oscuro valle de la tierra y buscan el templo del Señor. Dadles la luz. Descorred el velo del santuario interno y, mediante el trabajo de los artesanos del Señor, ampliad los muros del templo, y así iluminará al mundo. Emitid la Palabra creadora y resucitad a los muertos.

Así el templo de la luz será llevado del cielo a la tierra. Así sus muros serán erigidos en las grandes llanuras del mundo de los hombres. Así la luz revelará y nutrirá todos los sueños de los hombres.

Entonces el Maestro despertará en el este a todos los que están dormidos. Entonces en el oeste el guardián probará y juzgará a todos los verdaderos buscadores de la luz. Entonces el guardián del sur instruirá y ayudará a los ciegos. Entonces el portal del norte quedará abierto de par en par, porque allí el Maestro invisible tenderá la mano para dar la bienvenida, y con el corazón comprensivo conducirá a los peregrinos hacia el este, donde brilla la verdadera luz.

“Por qué la apertura del templo?”, claman los siete mayores. Porque el trabajo está preparado; los artesanos también están preparados. Dios ha creado en la luz. Sus hijos pueden ahora crear. Qué más puede hacerse?”.

“Nada!” fue la respuesta de los Siete mayores. “Que continúe el trabajo. Que los hijos de Dios creen.”

La mayoría observará que estas palabras tienen un profundo significado e indican la amplia intención (durante el ciclo venidero) de abrir de par en par la puerta del templo de los misterios ocultos para el hombre. Uno a uno seremos sometidos a la prueba de la contraparte esotérica y espiritual del factor psicológico denominado “prueba mental”. Esta prueba demostrará la utilidad del hombre para el poder y el trabajo mentales y se probará su capacidad para construir formas mentales y vitalizarlas. De esto me he ocupado en Tratado sobre Magia Blanca, y la relación de este tratado con el trabajo mágico del séptimo rayo y su ciclo de actividad serán cada vez más evidentes. En dicho tratado intenté formular las reglas para el entrenamiento y el trabajo que permitirá, al aspirante a los misterios, entrar en el templo y ocupar su lugar como trabajador creador, a fin de ayudar en el trabajo mágico del Señor del Templo.

Este Señor de rayo tiene un poder especial en la tierra y en el plano físico de la manifestación divina, y es evidente su utilidad para Sus seis Hermanos. Hace surgir el trabajo que deben realizar. Es el más activo de los rayos en este período mundial, y está en manifestación desde hace más de mil quinientos años. Es como si girara dentro y fuera del trabajo activo en un rápido ciclo, y Su parentesco más próximo, simbólicamente, se relaciona con Sus Hermanos del segundo y quinto rayos en este período mundial.

Construye (con la colaboración del segundo rayo) mediante el poder del pensamiento (colaborando así con el Señor del quinto rayo en el plano físico, su propia esfera esencial y peculiar). En otro período mundial, podrá cambiar Su relación con los otros Señores de rayo, pero en la actualidad Su trabajo será comprendido más fácilmente cuando se reconozca que presta ayuda al Señor constructor del segundo rayo y utiliza las energías del Señor del pensamiento concreto.

Los aforismos que encierran Sus cualidades son los siguientes, y fueron susurrados esotéricamente en Sus oídos, cuando Él “abandonó el lugar más elevado y descendió a la séptima esfera para llevar a cabo el trabajo asignado”:

1.- Lleva las herramientas contigo, hermano de la luz constructora. Talla hondo. Construye y da forma a la piedra viviente.
Cualidad. poder de crear.

2.- Elige bien tus trabajadores. Ama a todos. Selecciona a seis, para que cumplan tu voluntad. Que el séptimo permanezca en el este. Llama al mundo para que penetre en aquello que construirá. Fusiona todo en la voluntad de Dios.
Cualidad…….. poder de colaborar.

3.- Siéntate en el centro, lo mismo que en el este. No te muevas de allí. Envía tus fuerzas para que cumplan tu voluntad y recupere luego esas fuerzas. Emplea bien el poder del pensamiento. Siéntate inmóvil.
Cualidad……..poder de pensar.

4.- Observa cómo todas las partes entran en el propósito. Construye para la belleza, hermano Señor. Procura que todos los colores sean brillantes y diáfanos. Observa la gloria interna. Construye bien el santuario. Hazlo con cuidado.
Cualidad …….revelación de la belleza de Dios.
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5.- Cuida bien tus pensamientos. Entra a voluntad en la mente de Dios. Arrebata de allí el poder, el plan y la parte a desempeñar. Revela la mente de Dios.
Cualidad……..poder mental.

6.- Permanece en el este. Los cinco te han dado la Palabra de amistad. Yo, el sexto, te digo, que la emplees con los muertos. Revive a los muertos. Construye de nuevo las formas. Cuida bien esa Palabra. Procura que todos los hombres la busquen por sí mismos.
Cualidad…….poder de vivificar.

La comprensión de que se necesitan en el mundo pensadores iluminados y trabajadores subjetivos indujo, a Quienes guían, a dirigir de cierta manera las energías espirituales entrantes, lo que trajo la formación en todas partes de grupos esotéricos; también condujo a que se publicara la gran cantidad de literatura mística y oriental sobre la meditación y temas análogos, que en la actualidad inundan el mundo. Por eso, como trabajador interno de la vida, me esfuerzo por enseñar en este tratado la nueva psicología y por demostrar al hombre cuál es su equipo y cuán apropiado es para el trabajo para el que ha sido creado y que aún no ha comprendido. Sin embargo, la fuerza y el efecto de la influencia del séptimo rayo le revelará el trabajo mágico; en los próximos dos mil quinientos años se producirán tantos cambios y se podrán efectuar tantos denominados “milagros”, que incluso se cambiará totalmente la apariencia externa del mundo; se modificarán y se desarrollarán la vegetación y la vida animal, y se expresará gran parte de lo que está latente en las formas de los dos reinos mediante la libre afluencia y la inteligente manipulación de las energías que crean y constituyen todas las formas. El mundo ha cambiado increíblemente durante los últimos quinientos años, y en los próximos doscientos años los cambios serán aún más rápidos y estarán más hondamente arraigados, porque el aumento de los poderes intelectuales del hombre está tomando impulso, y el Hombre, el Creador, está entrando en posesión de Sus poderes.

Transición Desde un Ciclo de Sexto Rayo a uno de Séptimo

Ciertos grandes reajustes están teniendo lugar ya en el centro de la humanidad, pues por fin está comenzando a adaptarse a la intención divina. En otra parte he señalado que, por primera vez en la larga historia del desarrollo humano, la energía de Shamballa hizo impacto directo sobre este tercer centro planetario, lo cual no se debió totalmente al punto de evolución alcanzado por el género humano; esta realización es sólo una causa o razón secundaria. Se debe a la voluntad de Sanat Kumara Mismo, al prepararse para cierta iniciación cósmica. Esta iniciación requiere la reorganización de las energías que forman y fluyen a través de ese “centro que llamamos la raza de los hombres”, produciendo un reordenamiento dentro del centro mismo, trayendo así a la expresión manifestada ciertos aspectos y cualidades siempre inherentes a esas energías no reconocidos hasta ahora. Esta crisis creadora ha sido posible por tres acontecimientos principales:

1.- La terminación de un ciclo o movimiento de veinticinco mil años alrededor de lo que se llama el zodíaco menor. Esto significa un ciclo mayor de experiencia en la vida de nuestro Logos planetario. Tiene relación con la interacción entre el Logos planetario y el Logos solar, al responder este último a energías que emanan de las doce constelaciones zodiacales.

2.- El fin de la era pisceana. Significa simplemente que las energías provenientes de Piscis, durante los últimos dos mil años son ahora rápidamente reemplazadas por energías provenientes de Acuario, dando por resultado cambios mayores en la vida del Logos planetario y afectando potentemente Su cuerpo de manifestación por intermedio de Sus tres centros principales: Shamballa, la Jerarquía y la Humanidad.

3.- La actividad acrecentadamente dominante del séptimo Rayo de Orden o Magia Ceremonial, como se lo denomina casi erróneamente. Este rayo está entrando ahora en la manifestación y colabora estrechamente con los dos factores mencionados; produce también la disminución del poder del sexto Rayo de Idealismo. Éste tuvo un ciclo largo y apresuró grandemente el proceso evolutivo; en el surgimiento de las grandes ideologías mundiales se ve su trabajo efectivo. Lógicamente considero a estas energías sólo en relación con la consciencia humana.

Es evidente, por lo tanto, que el día de la oportunidad está con nosotros y que la venidera generación puede, si lo desea, efectuar el trabajo mágico con la mayoría de los actuales factores que traerán resultados satisfactorios. El quinto rayo está pasando, pero su influencia todavía se hace sentir; el tercer rayo está en pleno meridiano, y el séptimo rayo está entrando rápidamente en la correcta actividad. En consecuencia, muchas cosas ocurrirán hasta que el hombre triunfe, siempre que pueda mantener constantemente una correcta orientación, pureza de móvil y de vida, un cuerpo emocional estabilizado y receptivo, y ese alineamiento interno que haga de una personalidad un verdadero vehículo para su alma.

Corresponde ahora tratar la influencia ejercida por una fuerza que está decreciendo y perdiendo su predominio, la del sexto Rayo de Devoción o Idealismo. No será posible decir mucho acerca de éste, aparte de exponer ciertas ideas generales que serán de utilidad para alcanzar una perspectiva general de los ciclos de Rayo.

Estas influencias de rayo actúan, en todos los casos, a través de sus puntos focales (macro y microcósmico) constituyendo los centros etéricos. En lo que respecta a todos los seres, dichos centros son siete y están formados de entes dévicos y humanos que actúan grupalmente, o de vórtices de fuerza que contienen en latencia y mantienen en actividad ordenada células que tienen la potencialidad de manifestarse en forma humana. No ha de olvidarse la verdad esotérica de que todas las formas de existencia pasan, en alguna etapa de su carrera, por el reino humano.

Los Rayos cósmicos, que vienen de fuera del sistema, hacen impacto sobre, y a través de, los centros que se hallan en el segundo éter cósmico, pero en el actual estado de objetividad, se hacen visibles en el cuarto éter cósmico del sistema, el plano búdico.

Uno de los Rayos cósmicos permanentes es el de nuestro Logos Solar, y los subrayos de este rayo impregnan todo Su sistema. Otros seis Rayos cósmicos, que animan a otros sistemas, influyen sobre el nuestro y se reflejan en los subrayos de nuestro Rayo logoico. Nuestros Hombres Celestiales responden a estas seis influencias cósmicas. Absorben dicha influencia puesto que son centros del cuerpo logoico, la pasan a través de Sus esquemas, la hacen circular por Sus centros (cadenas) y la trasmiten a otros esquemas, coloreándola con Su matiz y cualificándola con Su nota o tono peculiar. Todo el sistema de influencia de rayo o calor irradiante, considerado tanto física como psíquicamente, constituye una interacción y circulación intrincadas. La irradiación o vibración pasa, en ciclos ordenados, de su fuente original, o sea el Rayo Uno o Logos del sistema, a los diferentes centros de Su cuerpo. Desde el punto de vista físico, esta fuerza de Rayo es el factor que energetiza la materia, desde el punto de vista psíquico es la facultad cualitativa. Esta fuerza o cualidad pasa y circula de un esquema a otro, de una cadena a otra, de un globo a otro, agregando y, al mismo tiempo, absorbiendo y retornando a su punto focal con dos notables diferencias:

1. El calor que irradia se intensifica.

2. El carácter o color cualitativo aumenta.

Al desvanecerse la influencia de rayo en una raza, un planeta, un esquema o un sistema solar, no ha de suponerse que se anula por completo, simplemente ha pasado más allá de la periferia de “cualquier círculo no se pasa” que ha estado energetizando, y la fuerza de Su influencia se enfoca en otra parte. El receptor original se convierte en canal o agente trasmisor y no en recipiente o absorbente. Nuevamente las palabras entorpecen y demuestran cuán inadecuadas son para expresar una idea. Lo que el estudiante debe reconocer es que, durante el ciclo de influencia de un rayo, el objeto de su atención inmediata es recibir dicha influencia y absorberla, trasmutándola de acuerdo a su necesidad; por lo tanto, no queda mucha influencia disponible para ser trasmitida. Cuando el ciclo se acerca a su término se hará sentir cada vez más en otro lugar la influencia del rayo o magnetismo, hasta que, prácticamente, ésta haya pasado sin ser absorbida.

Esto es, precisamente, lo que comienza a suceder en relación con el sexto Rayo de Devoción. Los Egos que se encuentran en dicho Rayo tomarán forma en otros globos y cadenas y no tanto en nuestro planeta. En lo que a nosotros respecta, las vibraciones de ese Rayo se aquietarán, aumentando su actividad en otro lugar. En otras palabras, podemos decir que nuestro planeta y todo lo que éste contiene se convertirá en positivo, ya no será receptivo, y rechazará momentáneamente este tipo particular de fuerza. Una manifestación psíquica de esto puede observarse en el decreciente entusiasmo cristiano. Dicho rayo, al cual pertenece el Chohan Jesús, no derramará su fuerza, como lo ha hecho hasta ahora sobre la forma que Él construyó y, lógicamente, se desintegrará en forma lenta, pero segura, después de haber servido su propósito cerca de dos mil años. Más tarde esta misma fuerza volverá a hacerse sentir y una nueva forma vendrá lentamente al ser, pero en forma más adecuada.

En consecuencia, se evidencia que el conocimiento de estos ciclos y de la fuerza de la manifestación u oscuración de un Rayo, conducirán con el tiempo a actuar con la Ley y a colaborar inteligentemente con el plan de la evolución. Puede afirmarse aquí que los siete Kumaras (los cuatro exotéricos y los tres esotéricos) colaboran con esta ley y actúan, esotérica o exotéricamente, de acuerdo al Rayo que está asumiendo el poder, excepto el primer Kumara o Logos Planetario de nuestro esquema quien, por ser el punto sintetizador de todos, permanece siempre en actividad objetiva.

La actividad de este sexto Rayo rige la oscuración o manifestación de un sistema y de un esquema, con todo lo que influyen tales manifestaciones. De allí el énfasis que todos los libros de ocultismo ponen en el estudio de los ciclos y en la diferenciación de los cien años de Brahma en sus partes componentes. Este conocimiento encierra el misterio del Ser, de la fuerza eléctrica y de la síntesis fohática.

No haré mayores comentarios sobre los efectos futuros del Rayo que está entrando en una oscuración temporaria, en lo que a nosotros concierne. Más adelante trataremos con mayor extensión, de la que se ha dado a los otros Rayos, el tema del séptimo tipo de fuerza que está asumiendo el poder, por lo tanto, es un factor vital en la evolución inmediata del hombre.

Ahora consideraremos las fuerzas que prevalecen en la actualidad, de allí su suprema importancia en relación con lo que voy a exponer. En primer lugar podría decir que el principal problema actual se debe a que actúan simultáneamente dos rayos de gran poder. Sus efectos se hallan hasta ahora tan bien equilibrados que se ha producido una situación que está descripta en los antiguos archivos como: “La época en que las cimas de las montañas protectoras se despeñan de su lugar elevado, y las voces de los hombres se pierden en el estrépito y estruendo de la caída”. Dichos períodos sólo ocurren en raros y largos intervalos, y cada vez que tiene lugar se inicia un período peculiarmente significativo de divina actividad. Las antiguas cosas desaparecen, pero sin embargo, se restauran los viejos mojones.

 

El séptimo rayo de Orden Ceremonial o Ritual, está entrando en manifestación. El sexto rayo de Idealismo o Visión Abstracta, está saliendo lentamente. El séptimo rayo traerá a la manifestación lo que fue visualizado y también lo que constituyó los ideales del precedente ciclo de actividad de sexto rayo. Un rayo prepara el camino para el otro, y la razón de que se manifieste uno u otro depende del Plan y del Propósito divinos. No es frecuente que dos rayos sigan uno al otro en regular secuencia numérica, como acontece ahora. Cuando esto sucede, los efectos siguen a las causas rápidamente y esto podría ser la base de una segura esperanza.

La influencia del sexto rayo sirvió para llevara las mentes de los hombres hacia un ideal, por ejemplo, el sacrificio o servicio individuales. En dicho período la misión mística fue lo más elevado que podía lograrse, y numerosos guías místicos aparecieron en Occidente y Oriente.

La influencia del séptimo rayo producirá con el tiempo al mago, pero en esta era se practicará predominantemente la magia blanca (no como sucedía en los días atlantes, que predominaba el egoísmo o la magia negra). El mago blanco trabaja con las fuerzas de la naturaleza y las devuelve a la humanidad avanzada para que las controle. Esto bien puede verse ya actuando por medio de los científicos que han surgido a fines del siglo antepasado y en el siglo XX. También es verdad que gran parte de su trabajo mágico ha sido dirigido hacia canales egoístas debido a la tendencia de esta época materialista, y muchos de sus descubrimientos sabios y verdaderos, realizados en el reino de la energía, fueron adaptados a los fines que hoy sirven al odio y al amor propio del hombre. Pero esto de ninguna manera milita en contra de sus maravillosas realizaciones. Cuando se trasmute el móvil del interés puramente científico en amor a la revelación divina, y cuando el servicio a la raza sea la fuerza determinante, entonces tendremos la verdadera magia blanca. Por lo tanto, tenemos aquí la necesidad de transformar al místico en ocultista y entrenar al moderno aspirante sobre el correcto móvil, el control mental y el amor fraternal, todo lo cual deberá ser expresado, y se expresará, por medio de la inofensividad, que es la fuerza más poderosa que existe en la actualidad. No me refiero a la no resistencia, sino a esa actitud mental positiva del que no piensa mal. El que no tiene malos pensamientos ni hace mal a nadie es un ciudadano del mundo de Dios.

Deben tenerse presente las siguientes relaciones que existen entre el sexto y el séptimo rayos; los estudiantes deberían comprender la relación que hay entre el pasado y el futuro inmediato, y ver en ello el desarrollo del Plan de Dios y la futura salvación de la raza:

1. El sexto rayo fomentó la visión.
El séptimo rayo materializará lo que fue visualizado.

2. El sexto rayo produjo al místico, como el tipo máximo de aspirante.
El séptimo rayo desarrollará al mago que trabaja en el campo de la magia blanca.

3. El sexto rayo, como parte del plan evolutivo, condujo a la separatividad, al nacionalismo y al sectarismo, debido a la naturaleza selectiva de la mente y a su tendencia a dividir y separar.
El séptimo rayo conducirá a la fusión y síntesis, porque el tipo de su energía fusiona el espíritu y la materia.

4. La actividad del sexto rayo condujo a la formación de grupos de discípulos que trabajan en grupo, pero sin estrecha relación y sujetos a desavenencias internas, basadas en las reacciones de la personalidad.
El séptimo rayo entrenará y producirá grupos de iniciados que trabajarán al unísono con el Plan y entre sí.

5. El sexto rayo proporcionó el sentido de dualidad a una humanidad que se consideraba una unidad física. Exponentes de esta actitud son los psicólogos académicos materialistas.
El séptimo rayo introducirá el sentido de la unidad superior; primero, la de la personalidad integrada de las masas y, segundo, la fusión del alma y del cuerpo en los aspirantes del mundo.

6. El sexto rayo establece una diferencia de ese aspecto de la energía universal eléctrica conocida como electricidad moderna, producida para servir a los fines materiales del hombre.
El séptimo rayo familiarizará al hombre con ese tipo de fenómeno eléctrico que produce la coordinación de todas las formas.

7. El sexto rayo produjo, debido a su influencia, el surgimiento en las mentes de los hombres de los siguientes conocimientos:
a. El conocimiento de la luz y de la electricidad en el plano físico.
b. El conocimiento, entre esotéricos y espiritistas, de la existencia de la luz astral.
c. El interés por la iluminación tanto física como mental.
d. La astrofísica y los nuevos descubrimientos astronómicos.
El séptimo rayo cambiará las teorías de los pensadores avanzados de la raza y las convertirá en realidades en los futuros sistemas de educación. La educación y la acrecentada comprensión respecto a la iluminación en todos los campos, serán consideradas oportunamente como ideales similares.

8. El sexto rayo enseñó el significado del sacrificio, y de esta enseñanza la crucifixión fue el emblema sobresaliente para los iniciados. La filantropía fue expresión de la misma enseñanza para la humanidad avanzada. El problemático ideal de ser simplemente bueno encierra el mismo móvil, aplicada a las masas irreflexivas.
El séptimo rayo traerá a la consciencia de los futuros iniciados el concepto del servicio y el sacrificio grupales. Esto inaugurará la era del “servicio divino”. La pasión del individuo entregado al sacrificio y al servicio en el grupo y para el ideal del grupo, será la meta de la masa de pensadores avanzados en la Nueva Era, mientras que para el resto de la humanidad la hermandad será la tónica de sus esfuerzos. Estas palabras tienen una connotación y significación más amplia de lo que pueden saber y comprender los pensadores de hoy.

9. El sexto rayo promovió el crecimiento del espíritu individualista. Los grupos existen, pero son grupos de individuos reunidos alrededor de un individuo,
El séptimo rayo fomentará el espíritu grupal; el ritmo, el objetivo y las actuaciones rituales del grupo serán los fenómenos fundamentales.

10. La influencia del sexto rayo trasmitió a los hombres la capacidad de reconocer al Cristo histórico, y desarrollar la estructura de la fe cristiana coloreada por la visión de un gran Hijo del Amor, pero cualificada por una excesiva militancia y separatividad, basadas en un estrecho idealismo.
El séptimo rayo trasmitirá a los hombres el poder de reconocer al Cristo cósmico y producir la futura religión científica de la Luz, que le permitirá cumplir el mandato del Cristo histórico y dejar que brille Su luz.

11. El sexto rayo produjo las grandes religiones idealistas con su visión y estrechez necesarias: estrechez imprescindible para proteger a las almas infantiles.
El séptimo rayo liberará de la etapa infantil a las almas desarrolladas e introducirá la comprensión científica del propósito divino que fomentará la futura síntesis religiosa.

12. El efecto producido por la influencia del sexto rayo fomentó los instintos separatistas: religión dogmática, exactitud científica, escuelas de pensamiento con sus barreras doctrinarias y excluyentes y el culto a la patria.
El séptimo rayo preparará el camino para el reconocimiento de premisas más amplias, que se materializarán como la nueva religión mundial que acentuará la unidad, excluyendo la uniformidad, y preparará para esa técnica científica que hará percibir la luz universal que todas las formas velan u ocultan, internacionalismo que se manifestará como hermandad práctica y como paz y buena voluntad entre los pueblos.

Podría seguir acentuando estas relaciones, pero esta enumeración es suficiente para demostrar la belleza de la preparación realizada por el sexto gran Señor del Idealismo, y llevar a cabo el trabajo del Séptimo Señor del Ceremonial.

Ahora entra otro factor que varía de acuerdo a la necesidad de la época. No todos los ciclos tienen la misma importancia fundamental. Los períodos de verdadera importancia en un ciclo son los terminales y aquellos en que ocurre la superposición y la fusión. Éstos se manifiestan en el plano físico en grandes revoluciones, gigantescos cataclismos y trastornos fundamentales en los tres sectores de la Jerarquía: el del Instructor del Mundo, el del guía de la raza raíz y el del Regente de la civilización o de la fuerza. En los puntos de fusión de un ciclo se producen corrientes encontradas y todo el sistema parece estar en condición caótica. En la mitad de un ciclo, donde la vibración entrante se halla estabilizada y la anterior ha desaparecido, llega un período de calma y aparente equilibrio.

En ningún otro período de la historia de la raza lo antedicho ha sido tan evidente como en la mitad del siglo XX. El sexto Rayo de Devoción va desapareciendo, y está entrando el Rayo de Ley Ceremonial, destacándose con ello las características y facultades del sector fuerza y actividad; recuerden que es la síntesis de los cuatro rayos menores., Por lo tanto tenemos la lucha por ideales, y la devota adhesión a una causa, como lo manifiesta el rayo del Maestro Jesús; de allí que se produzcan choques en todos los campos de esfuerzo de los idealistas (correctos o equivocados) y la violenta lucha entre ellos. La guerra mundial, no fue acaso la culminación de la lucha en el plano físico entre dos ideales opuestos? Constituyó un ejemplo de la fuerza de sexto rayo. A medida que este rayo vaya desapareciendo cesarán gradualmente los choques y predominará la organización, la reglamentación y el orden, debido al empuje de la fuerza entrante, la del rayo del Maestro Rakoczi. De la presente turbulencia surgirá la forma ordenada y organizada del nuevo mundo.

El nuevo ritmo se impondrá gradualmente sobre las comunidades desorganizadas de los hombres, y en vez del caos social actual se tendrán orden social y regla social; en vez de las diferencias religiosas y de las innumerables sectas de las llamadas religiones, se dará forma a la expresión religiosa, y todo estará regido por la ley; en vez de tensión y tirantez económica y política, habrá una actuación armónica del sistema, de acuerdo a ciertas fórmulas fundamentales; en todo predominará el ceremonial y los resultados internos que persigue la Jerarquía irán tomando forma gradualmente. Recuerden que en la apoteosis de la ley y el orden y sus resultantes formas y limitaciones, se producirá cerca del fin (elijo las palabras deliberadamente), un nuevo período de caos y la liberación de la vida aprisionada aún por tales limitaciones, llevando consigo los dones impartidos y la esencia del desenvolvimiento perseguido por el Logos del séptimo rayo.

Esta es la situación que se presenta esporádicamente en el transcurso de las épocas. Cada rayo asume el poder trayendo consigo sus propios espíritus encarnantes, para quienes el período constituye comparativamente un punto de mínima resistencia; ellos hacen contacto en los mundos con otros seis tipos de fuerza y seis grupos de seres, que deben ser impresionados por esa fuerza y llevados adelante en su carrera hacia la meta universal. Tal es la situación especial de la época en que viven ustedes; un período donde el séptimo Logos de la Ley y Orden Ceremonial trata de ordenar el caos momentáneo y aspira a evitar, hasta cierto punto, que la vida se evada de las antiguas y caducas formas. Ahora se necesitan otras nuevas y adecuadas. Sólo después del período intermedio de un nuevo ciclo, se hará sentir nuevamente la limitación y se iniciará un nuevo intento de evasión.

En este período particular se desarrollará mucho el aspecto Forma en la meditación (ya sea que la meditación esté basada principalmente en el rayo del Ego o en el de la Personalidad). Es de esperar que la construcción de formas bien definidas y asignadas tanto a los individuos como a los grupos, dará por resultado el incremento de la magia blanca, y la consiguiente ley y orden en el plano físico. El futuro período de reconstrucción avanza de acuerdo al rayo, y su éxito y realización finales es más factible de lo que se cree. El Supremo Señor se acerca en concordancia con la ley y nada puede detener Su acercamiento.

En estos momentos es de gran necesidad hallar a quienes comprenden la ley y son capaces de actuar con ella. También es el momento oportuno para desarrollar este principio y entrenar a la gente para ayudar al mundo.

Los Rayos menores de Armonía y de Ciencia responden rápidamente a esta séptima influencia, lo cual significa que las mónadas que pertenecen a dichos rayos son fácilmente orientadas en tal sentido. A las mónadas que pertenecen al sexto Rayo de Devoción les es más fácil adaptarse, hasta acercarse al punto de síntesis. Las mónadas de primero y segundo rayos, hallan en aquel rayo un campo de expresión. Las mónadas de primer rayo tienen un vínculo directo con este rayo y tratan de aplicar la ley mediante el poder; mientras que las de segundo rayo, siendo de tipo sintético, guían y rigen por medio del amor.

Además de considerar los rayos como canales a través de los cuales fluye todo lo que existe, debemos reconocerlos como influencias que actúan a su vez en el mundo. Cada rayo posee un período de máxima influencia a la cual todo está sujeto en gran medida, no sólo los que pertenezcan por naturaleza a ese rayo particular, sino los que pertenecen a otros rayos. El extenso período de influencia de cada rayo se divide en siete etapas, cada una de las cuales está cualificada por la influencia del período más extenso de rayo, el cual se intensifica cuando alcanza el máximo período de su propio subrayo (por ejemplo, la influencia del sexto rayo es mayor durante el período del sexto subrayo). Debemos observar que el término “sub rayo”, se emplea simplemente por conveniencia, a fin de designar un período más breve de influencia y no para señalar cualquier diferencia en la naturaleza del rayo.

El Sexto Rayo de la Devoción, activo desde antes de la era cristiana, se convirtió en una influencia modificadora más o menos desde 1860 y continuará ejerciendo influencia. El primer resultado de su influencia fue el Concilio Ecuménico en Roma (1870) con la declaración de la Infalibilidad del Papa. El Movimiento Tractario empezó en Inglaterra en la misma época, mientras que el progreso de la influencia del séptimo subrayo de ese Rayo, que aún continúa, se ha caracterizado por el constante incremento del ritualismo y sacerdotismo en las distintas iglesias, incluso en la iglesia de Roma, y ha habido una notable restricción de la autoridad clerical en materia de dogma y práctica. Nada más diré sobre su influencia en el pensamiento religioso, más adelante consideraré sus otros aspectos.

También se nos ha dicho que el renacimiento religioso bajo el régimen de Wesley y Whitfield en Inglaterra estaba regido por el sexto subrayo, y creo que se justifica la suposición de que el surgimiento de Molinos y los Quietistas en España y Europa Central, y el Santo Martín y su grupo de filósofos espirituales en Francia y en otras partes, indican el progreso del mismo período, durante el cual el Rayo de Devoción se acentuó debido a su propio sexto subrayo.

Con estos pocos hechos aislados quizás podamos llegar a la conclusión de que la época en que cada subrayo ejerce su influencia modificadora tiene una duración de 150 a 200 años.

No sabemos cuántas veces (tal vez siete) se repiten sucesivamente los subrayos en el ciclo del rayo mayor. Lógicamente debe ser más de una vez, teniendo en cuenta que el gran sexto rayo ya estaba activo antes de surgir el cristianismo. También es evidente que el budismo no pudo haber sido, como se creía, el resultado final del gran período del segundo rayo, porque el intervalo entre la aparición del budismo y del cristianismo duró sólo 500 años. Probablemente el budismo apareció bajo la influencia del segundo subrayo del gran período del sexto rayo. Al tratar de investigar retrospectivamente cuál fue la influencia del último resultado de los subrayos 5, 4, 3, 2 y 1, se sugiere que el período de Alquimistas y Rosacruces pudo haber sido regido por el quinto subrayo; la época del flagelador y otros acérrimos fanáticos que practicaban la auto tortura y las mutilaciones, influencia ejercida por el cuarto subrayo, como también la época en que la astrología se practicaba ampliamente representando al tercer subrayo, mientras que la época anterior de los gnósticos pudo haber sido el resultado del segundo subrayo. Éstas sólo son conjeturas y aunque la última época mencionada pudo ser posible no hay correspondencia en los casos anteriores, porque los Alquimistas, Flagelantes y Astrólogos, eran más o menos contemporáneos en la Edad Medía.

La energía de estos dos rayos, el Sexto y el Séptimo, son, por muchos conceptos, de mayor importancia inmediata para las masas y de enorme efectividad. Uno de ellos tiene importancia debido a su pronunciado aferramiento y a la cristalización que ha producido, particularmente en el mundo de las ideas; el otro, debido a su aferramiento y poder, su influencia y efectos, adquirirá mayor impulso. Uno tiene poder para provocar la necesidad de producir el actual caos; el otro está aún en potencia y mantiene en actividad las simientes del futuro.

Éste es un hecho de gran interés y de verdadera importancia práctica, llevando además al reino de la previsión. Quisiera recordar en este punto, que ninguna previsión está totalmente disociada del pasado, sino que debe contener siempre la simiente de la verdad. La Ley de Causa y Efecto rige eternamente y, en especial, en el reino de la visión espiritual (en rápido desarrollo actualmente), que permite al vidente ver el futuro y predecir las eventualidades que sobrevendrán. Existen varias maneras para poder desarrollarse esa previsión durante los tres próximos siglos en la raza de los hombres:

1. Por el desarrollo del contacto del alma entre los miembros avanzados de la raza. Este contacto relacionará el conocimiento del alma con la impresión cerebral y, si se entrena y controla debidamente el factor meditativo de la mente, se obtendrá un anticipado conocimiento correcto del destino del individuo y de los acontecimientos venideros.

2. Por el desarrollo de la ciencia de la astrología aún en su infancia basada en tantos factores inciertos que resulta difícil al estudioso descubrir los verdaderos indicios que realmente señalarán el futuro. Las definiciones del carácter y los insignificantes acontecimientos de la personalidad, pueden predecirse frecuente y correctamente, pero el tema general es aún demasiado nebuloso para tener una certeza. Más adelante me ocuparé de este asunto e indicaré las líneas que deberá seguir la futura investigación.

3. Por medio de la “adivinación” y la reaparición de las antiguas “profetisas de la raza”, denominadas en la época romana “sibiIas”. Estas médium (porque eso eran) serán entrenadas por los trabajadores de séptimo rayo, a fin de que hablen inspiradas por la Jerarquía, cuya preciencia se extiende muy lejos en el futuro, aunque no va más allá de 2.000 años. Sin embargo estas médium serán empleadas y dirigidas únicamente después de un cuidadoso entrenamiento y sólo dos veces al año, en los rituales de los plenilunios de Tauro y Géminis (festivales de Wesak y de Cristo).

Referente a la predicción, de la cual me ocuparé, por poco ortodoxo que pueda parecerles a algunos de ustedes, se basará en dos factores: primero, las indicaciones lógicas que se recogen de acontecimientos pasados y presentes, que condicionan el futuro inmediato y deben conducir inevitablemente a hechos tangibles y definidos. Cualquiera que estudie profundamente los asuntos humanos puede seguir la misma línea de razonamiento y llegar aproximadamente a las mismas conclusiones, siempre y cuando ame al semejante y pueda verlo realmente tal cual es, y tenga en cuenta por consiguiente, lo imprevisto. Segundo, lo que voy a decir se funda en el conocimiento de la influencia de los rayos que actualmente afectan poderosa y eficazmente a la humanidad y a la civilización y cultura futuras.

Por lo tanto, quisiera que lean con mente abierta lo que digo, que relacionen mis palabras con las actuales condiciones mundiales y que vean surgiendo de los reinos de la subjetividad, las fuerzas y potencias que cambian directamente la corriente del pensamiento de los hombres, moldean sus ideas e incidentalmente alteran la faz de la tierra y la política de las naciones.

1. El sexto rayo es, como bien se sabe, el más poderoso de los que están en manifestación en estos momentos, y un gran número de personas responde a su influencia. Constituye la línea de menor resistencia para la mayoría, particularmente en la raza aria, debido a que durante el proceso del tiempo y la evolución, la influencia de un rayo se hace muy poderosa y afecta principalmente a los grupos y no sólo a los individuos. Se establece entonces un ritmo e impulso que dura mucho tiempo y adquiere poder por la misma fuerza de las multitudes organizadas. Esta verdad surgirá con mayor claridad a medida que prosigamos estudiando. Bastará decir que las personas de sexto rayo son reaccionarias, conservadoras, intransigentes y fanáticas, se aferran a todo lo que pertenece al pasado y su influencia es poderosa para obstaculizar el progreso de la humanidad hacia la nueva era. Son legión. Sin embargo, proporcionan el equilibrio necesario y son responsables del proceso equilibrador, tan indispensable en el mundo de hoy.

2. El séptimo rayo adquiere constantemente impulso, y durante largo tiempo ha estimulado y acrecentado la actividad de todas las naciones que pertenecen al quinto rayo. Si se tiene en cuenta que uno de los principales objetivos de la energía de séptimo rayo es unir y relacionar el espíritu y la materia, así como la sustancia y la forma (obsérvese la diferencia), podremos percibir que la tarea de la ciencia está íntimamente vinculada con este esfuerzo y que la creación de las nuevas formas será definidamente el resultado de la activa interacción entre los regentes del quinto, segundo y séptimo rayos, ayudados de acuerdo a la demanda por el regente de primer rayo. Un gran número de almas de séptimo rayo, así como también muchos hombres y mujeres con personalidades de séptimo rayo, están encarnando, encomendándosele la tarea de organizar las actividades de la nueva era y terminar con las antiguas normas de vida y con las viejas y cristalizadas actitudes hacia la vida, la muerte, la ociosidad y la demografía.

3. El resultado de la creciente afluencia de la energía de séptimo rayo, más la decreciente influencia de sexto rayo demostrada en la pronunciada cristalización de las formas aceptadas y reglamentadas, de las creencias religiosas, sociales y filosóficas consiste en llevar a millones de personas, que por su respuesta egoica o personal no responden a ninguna de las influencias mencionadas, a un estado de aturdimiento. Se sienten totalmente perdidas, atormentadas por la idea de que la vida no les reserva un futuro promisorio y que todo lo que han aprendido a estimar y a querer está fracasando rápidamente.

Estos tres grupos de personas, influidos por los rayos sexto y séptimo o aturdidos por el impacto de las fuerzas generadas por dichos rayos, son quienes, en conjunto, deben establecer el orden con clara visión y comprensión, dentro del caos actual, y además deben materializar las nuevas y deseadas condiciones que estarán de acuerdo al canon subjetivo, existente en las mentes de las personas iluminadas de todo el mundo, y al plan espiritual tal como existe en la conciencia de los miembros de la Jerarquía. La nueva era con su civilización y cultura peculiares, entrará en manifestación por la colaboración de muchas personas bien intencionadas que responden acrecentadamente al bien del todo y no del individuo, que son idealistas, pero prácticos pensadores, influidos por el canon de las cosas venideras y por los discípulos mundiales, impresionados por los planes e instruidos por la Jerarquía, que controla y dirige todo.

Cualquier predicción que yo pueda hacer tendrá que ver indefectiblemente con estos tres grupos de personas y con el trabajo que están realizando. Todos los cambios en conexión con la familia humana, el cuarto reino de la naturaleza, dependen siempre de tres factores:

1. Los acontecimientos externos de orden físico, que son definidamente “actos de Dios” y sobre los cuales ningún ser humano tiene la menor autoridad.

2. La actividad de los mismos seres humanos que actúan en los diversos rayos, pero que en un momento dado y en un período determinado están condicionados por:

a. La preponderancia de egos que se halla en determinado rayo. Existe un gran número de almas de segundo rayo encarnadas hoy, cuya vida y trabajo facilitará el gran Acercamiento venidero.

b. La naturaleza y la cualidad de los rayos de la personalidad que predominan en la mayoría. Tenemos ahora un vasto número de almas encarnadas cuyo rayo de la personalidad es el sexto o el tercero. Condicionan en forma destacada la civilización venidera, incluyendo todas las empresas educativas y financieras, análogamente a como la influencia ejercida por quienes han establecido contacto con el alma y pueden expresar su cualidad, condiciona y determina la cultura actual.

c. La actividad del quinto principio, el de la mente. Este principio mente está hoy particularmente activo en un sentido amplio y general. Exponiéndolo simbólicamente, diría que la actividad vertical de la mente, que ha afectado a los individuos de todas partes en el transcurso de las épocas, ha producido siempre los guías mentales, los dirigentes y conductores de la humanidad. Hoy la actividad horizontal de la mente, que abarca enormes multitudes y a veces naciones y razas enteras, puede observarse en todas partes, y ello debe inevitablemente conducir a acontecimientos y efectos hasta ahora no imaginados e imprevisibles.

3. La influencia de los rayos entrantes y salientes en cualquier época. Se ha dicho a menudo que tales acontecimientos porque la aparición y desaparición de un rayo y su influencia es un evento en el tiempo son de lento desarrollo, de naturaleza psíquica y regidos por la ley. La duración del tiempo en que un rayo aparece, se manifiesta y efectúa su trabajo y finalmente desaparece, es uno de los secretos de la iniciación; pero a medida que el tiempo trascurra y se comprenda mejor su naturaleza, se establecerá el período y la ecuación tiempo de los rayos menores de atributo, aunque no ha llegado aún ese momento, por más que el intenso interés demostrado hoy por los fenómenos del tiempo, indique una creciente percepción del problema mismo y de la necesidad de comprender la relación del tiempo tanto con el espacio como con el acontecimiento. Pronto se conocerá que el tiempo es un evento cerebral; un estudio del sentido de la velocidad, registrado por el cerebro, más la capacidad o incapacidad del ser humano para expresar esta velocidad, revelará, si se la encara adecuadamente, mucho de lo que ahora es un misterio.

En esta época todo el mundo está sumido en el caos y en el desorden incidentales al choque de las fuerzas del sexto y séptimo rayos. Cuando un rayo sale y otro entra en la manifestación, y sus impactos sobre la Tierra y las formas de todos los reinos de la naturaleza llegan a un punto en que las dos influencias se equilibran, sobreviene un definido punto de crisis. Esto ha ocurrido ahora, y la humanidad sujeta a dos tipos o formas de energía, ha sido desplazada de su centro, de allí la intensa dificultad y tensión del presente período mundial. Su causa se debe no sólo al impacto de los dos tipos de energía que golpean sobre las formas de vida con igual fuerza, sino a que la energía de la humanidad misma (combinación de los rayos cuarto y quinto) es arrastrada al conflicto. A esto debe agregarse la energía del reino animal (que es también una combinación de las energías de los rayos tercero, quinto y sexto) que rige la forma física o animal de todo ser humano. Tenemos, por lo tanto, un encuentro de muchas fuerzas en conflicto y el Arjuna mundial enfrentando una batalla estupenda periódica y cíclica que en esta era particular será un factor decisivo y determinante en el milenario conflicto, a causa de la dominación material y el control espiritual. Las fuerzas que actúan ahora en el planeta son de suprema importancia. Si tenemos presente que el sexto rayo actúa por medio del plexo solar, al que controla (estando estrechamente relacionado con el plano astral, el sexto nivel de percepción), y que el séptimo rayo controla al centro sacro, será evidente porqué hay tanta emoción, idealismo y deseo, entremezclados y relacionados con el conflicto mundial, y por qué también aparte de las tormentas en la palestra política y en el campo religioso el sexo y sus variados problemas han llegado a una etapa tal de interés en la consciencia humana, donde una solución de estas dificultades, una nueva comprensión de las implicaciones subyacentes y una franca consideración de la situación, son inevitables e inmediatas.

He indicado ya que el séptimo rayo entrante actúa a través del centro sacro planetario y luego a través del centro sacro de cada uno de los seres humanos. Por esta razón podemos anticipar el desarrollo de esa función humana que denominamos sexual. Oportunamente en la actitud del hombre veremos las cambios consiguientes respecto a este problema tan difícil.

Hay un punto sobre el que quisiera llamarles la atención y es que los dos grandes grupos de agentes divinos la Gran Hermandad Blanca y la Logia de las Fuerzas Materialistas tratan de desviar las energías hacia ciertos canales que servirán a los fines para los cuales trabajan, se formaron y existen. Por lo tanto les pediría recordar que tras los acontecimientos externos están estos dos agentes directrices. En consecuencia, tenemos:

1. Dos grupos de Mentes avanzadas, ambos igualmente iluminados por la luz del intelecto, formulando claramente sus objetivos, pero difiriendo en su orientación y énfasis. Un grupo, de acuerdo al plan divino, trabaja enteramente con el aspecto forma, estando ausente en este grupo la luz del amor y del desinterés. El otro trabaja únicamente con el aspecto alma o consciencia, y en este grupo controlan la doctrina del corazón y la ley del amor. A este respecto, ambos grupos trabajan por lo tanto en oposición en el plano mental.

2. A los planes que incorporan estos dos ideales y divergentes objetivos se los hace descender al plano astral, entrando así en el mundo de deseos. Las líneas demarcatorias son siempre claras en lo que concierne a los trabajadores de ambos grupos, pero no resultan tan claras para los seres humanos comunes ni para los discípulos mundiales y los iniciados. El caos reina en el plano de los deseos, y el Arjuna mundial permanece hoy perplejo entre las dos fuerzas o campos opositores, reconociendo su relación con la forma y con el alma, haciendo conjeturas al mismo tiempo dónde reside su deber. Su etapa de evolución determina su problema. Así ambos grupos trabajan en oposición en el plano del deseo.

3. La materialización de los planes de estos dos grupos de mentes iluminadas prosigue constantemente, de acuerdo a las leyes divergentes de su ser, las leyes de la vida de la forma y las leyes del vivir espiritual. En esta etapa inicial y mientras se libra la batalla en el campo del deseo (porque allí es donde se libra el conflicto principal, y todo lo que ocurre en el plano físico es sólo el reflejo de un conflicto interno), las fuerzas de ambos grupos, trabajando con las energías de los rayos sexto y séptimo, han producido en el campo del vivir humano un estado de total cataclismo. La situación económica y los odios religiosos son los dos instrumentos principales. Sobre este tema debería reflexionarse.

En consecuencia, tenemos dos grupos, dos objetivos, dos grandes ideales formulados, dos corrientes de energía activa y dos rayos predominantemente en conflicto, que producen las divergentes ideologías. El resultado de este dualismo es el caos externo, la diferenciación de ambos ideales grupales en los muchos experimentos humanos, y el alineamiento resultante de toda la familia humana agrupada bajo diversas banderas, testimoniando los variados puntos de vista en los numerosos campos del pensamiento: político, religioso, económico, social, educativo y filosófico. Diré que el resultado de este conflicto es definidamente bueno, y demuestra la constante realización de la Gran Logia Blanca. La consciencia de la humanidad se ha expandido definidamente, y en la actualidad todos los hombres piensan. Esto constituye un fenómeno totalmente nuevo y una fresca experiencia en la vida del alma humana. El primer resultado de todo este disturbio ha sido el traslado del foco de atención humano al plano mental, por lo tanto más cercano a la fuente de luz y de amor.

Alice A. Bailey

 

Extractado por Mauricio Estrada de
Tratado de los Siete Rayos
Editorial Fundación Lucis

La Leyenda de Wesak

La Leyenda de Wesak

EL FESTIVAL DE WESAK

En la cordillera del Himalaya hay un valle elevado, a unos seiscientos veinticuatro kilómetros al oeste de Lhasa y no lejos de Nepal. Está rodeado por altas montañas cubiertas por árboles y arbustos. El valle es de forma rectangular, y hacia el norte tiene un estrecho pasaje en cuyo frente se alza una enorme roca, de color blanco grisáceo y veteada con una sustancia brillante. Tiene unos tres metros de largo, por unos dos metros de ancho y poco menos de un metro de alto.

El valle es en realidad una elevada planicie cubierta por una dura hierba de color verde oscuro, como una enorme alfombra. En el lado norte de la planicie hay una pequeña corriente que atraviesa un cañón lleno de pinos, y recorre unas pocas millas hasta que desaparece en un claro lago azul.

Alrededor del valle no hay viviendas. Sólo puede verse un templo budista y tres chozas cerca de éste, en ruinas.

Unos pocos días antes de la luna llena de Tauro, que habitualmente cae en Mayo, puede verse las coloridas tiendas en las faldas y cerca del río. Aumentan en cantidad a medida que se acerca la luna llena. Las personas de las ciudades circundantes, tribus nómadas, discípulos, lamas y grandes iniciados llegan hasta allí en procura de una festividad bella y sagrada que tiene lugar en la Luna Llena de Tauro.

El día de luna llena, toda la multitud, vestida con ropas limpias, predominantemente de color blanco, se congrega en la parte sur del valle, dejando la parte noreste libre para los Grandes. Se sientan en el suelo sobre sus pequeñas alfombras o mantas, de manera ordenada; lo hacen en total silencio, unción y meditación.

Próxima la hora de la luna llena, los Grandes comienzan a llegar con Sus blancos mantos para encontrarse con Sus discípulos y amigos e intercambiar bendiciones, sonrisas y unas pocas palabras joviales.

El Festival Wesak – La Leyenda – Sabiduría Eterna
Poco después, llegan tres grandes Señores en Sus cuerpos etéricos, y permanecen frente a la enorme roca que mira hacia el norte. Son el Manu, el Cristo y el Maestro R. Mientras Ellos están allí en profundo silencio, todos los Maestros y los Grandes se congregan detrás de estos tres Señores, según Su rango.

Ante una señal dada, todos estos Grandes forman tres círculos concéntricos y empiezan a cantar. A medida que los cánticos se vuelven más profundos y rítmicos, los Visitantes etéricos se materializan y una figura gloriosa se torna visible en el centro de los círculos. Le llaman con varios nombres. Le llaman Maitreya Buda, Boddhisatva, o el Cristo, el Señor de la Paz y del Amor. El es el Maestro de todos los Maestros que forman la Jerarquía planetaria para llevar a cabo el Propósito divino de este planeta, conduciendo a la humanidad desde las tinieblas a la luz, desde lo irreal hacia lo real, desde la muerte hacia la inmortalidad, desde el caos hacia la belleza.

El Cristo aparece vestido con un manto blanco puro, cayendo Su cabellera en ondas sobre Sus hombros. Tiene un Cetro de Poder en Su mano, que Le dio el Anciano de los Días para esta ocasión. Ningún Maestro puede Tocarlo excepto Cristo, el Maestro de todos los Maestros. En cada extremo del Cetro hay una gran empuñadura de diamante que irradia un aura azul y anaranjada de gran belleza. Los Iniciados que están en los dos círculos Le enfrentan en el centro, y cuando El se torna más visible, todos Ellos se inclinan ante El y cantan un mantram
de salutación y afirmación.

Luego, estos círculos se transforman en un solo círculo y forman una cruz, en cuyo centro está el Cristo. Aquí nuevamente los cánticos potentes conmueven los corazones y las almas de los presentes, y más paz y bendiciones descienden sobre la muchedumbre.

El próximo movimiento es un triángulo dentro del círculo, en cuyo ápice se alza el Cristo. Está cerca de la roca y pone Su Cetro sobre ella. En la roca puede verse un cuenco de cristal con ornamentaciones áureas, y guirnaldas de flores de loto cubren la roca y caen de las esquinas.

Luego, realizan otro movimiento que es un triángulo cuyos lados se sobreimponen con los tres óvalos que se entrelazan en el centro del triángulo donde está el Cristo.

El siguiente movimiento es una estrella de seis puntas, luego la estrella de Cristo, el pentagrama. Aquí Cristo está de pie, en el ápice, cerca de la roca; en la punta derecha, el Manu; en la punta izquierda, el Señor de la Civilización, el Maestro R.; un Gran Ser se alza en el centro y los otros dos Grandes en las puntas inferiores de la estrella. Aquí el cántico crea gran tensión en la muchedumbre, y Cristo, tomando Su Cetro de la roca, dice:

Ven pronto Señor
Luego pone nuevamente Su Cetro sobre la roca durante unos pocos instantes antes de la luna llena, y los ojos de todos los presentes se vuelven hacia la roca.

Tan sólo unos pocos segundos antes de la luna llena, en el cielo azul aparece una mota de luz que se acerca lentamente, se aclara y transforma en la figura radiante del Señor Gautama Buda, sentado con las piernas cruzadas, con un atuendo amarillo puro e inundado de formidable belleza de luz y color, Su mano derecha en alto, bendiciendo. Cuando llega a un punto que está sobre la roca, eclipsando a los tres Señores que ahora están cerca de la roca, el Cristo pronuncia la Gran Invocación y todos los presentes caen prosternados, tocando la tierra con sus frentes.

Esta Gran Invocación crea una corriente estupenda de energía que atraviesa los corazones de los aspirantes, discípulos e Iniciados, y llega a Dios. Este es el momento más sagrado del año, el momento en el que la humanidad y la Divinidad efectúan un contacto. En el tiempo exacto de la luna llena, el Iluminado pasa a Cristo la energía del primer rayo, que Cristo recibe y transforma en la voluntad en pro del bien.

Cristo, que es el gran Celebrante, extiende Sus manos y toma el cuenco, lo alza por encima de Su cabeza y lo pone de nuevo sobre la roca. Entonces, los Maestros entonan himnos sagrados, y el Gran Iluminado, luego de bendecir a la muchedumbre, desaparece lentamente en el espacio.

Cristo distribuye el agua bendita a los Iniciados y a todos los que está presentes en el valle. Llegan en procesión, llenan sus pequeños recipientes y se marchan en paz.

De esta manera, una vez por año, en la luna llena de Tauro, la humanidad se carga con las energías de un Gran Amanecer, y a todos los discípulos sinceros se les presenta una extraordinaria oportunidad de expandir su consciencia y, consiguientemente, de servir a su semejante.

El Mensaje de Wesak

En la Festividad de Wesak, o la Luna Llena de Tauro, se establece una relación única entre la Tierra, el Sistema Solar, el zodíaco y el zodíaco mayor. Tenemos una configuración única de planetas y galaxias. Tenemos un triángulo formado por la Osa Mayor, Las Pléyades y Tauro. Este es el triángulo más potente en esta época en relación con nuestro sistema solar. Tauro vincula al zodíaco con el zodíaco mayor, cuyos representantes son la Osa Mayor y Las Pléyades. La energía fluye desde la Osa Mayor y se acumula en el tercer ojo del Toro, desde el cual se dirige al Sol, de éste a Venus y Vulcano, y de los tres al Logos planetario, Sanat Kumara y Buda. Desde éstos, al Cristo, del Cristo a todos los Ashram de la Jerarquía, y de éstos a la humanidad.

La energía taurina crea conflicto entre materia y espíritu, entre creciente desinterés y egoísmo, entre el tira y afloja de la materia y el espíritu, pero, a su tiempo, revela las causas del conflicto y lleva a la armonía en niveles superiores. Así, el espíritu gana, un año tras otro, primero a través del conflicto, luego en armonía y creatividad. Wesak es el nuevo día del almanaque espiritual, y en ese día, en vez de la luz del Sol, tenemos la luz del Ojo de Tauro que brilla sobre nuestra tierra. Esta luz revela el Plan, y la energía que se derrama a través de ella elimina muchos obstáculos en individuos y naciones, y en la humanidad en conjunto.

Podemos prepararnos para registrar y usar esta energía:
– Fijando metas nuevas y más elevadas.
– Haciendo nuevos planes que satisfagan esas metas
– Empeñándonos en exteriorizar el Alma y en ser un Alma viva y activa en nuestra vida diaria.
– Trabajando para que la Jerarquía se exteriorice y Cristo reaparezca.

En la época de Tauro, al acercarse la Luna llena, los Grandes, los iniciados y discípulos, están formando un gran campo de energía en el Himalaya mediante Su meditación, contemplación, rituales místicos y sagrados, y mediante Su gran empeño, invocaciones y contactos.

Este es el campo que es cargado cada vez más por la presencia de Cristo, y a través de las bendiciones del Gran Señor Buda; proporciona un cáliz para la energía cósmica, y un canal a través del cual estas energías pueden pasar a los reinos de la naturaleza. Este campo de energía está formado por los cuatro éteres cósmicos y, como una enorme formación nubosa, se esparce por todo el mundo.

Todos los que son bastante sensibles a este campo de energía, advertirán lentamente que, dentro de sus corazones, florecen semillas de gran belleza, verdad y bondad. Todos los que aman a sus semejantes, todos los que realmente trabajan en pro de la unidad de la humanidad, quienes realmente se empeñan más allá de sus satisfacciones físicas para alcanzar y tocar este campo de energía, grabarán en ellos visiones, ideas y metas de la nueva era.

La festividad de Wesak es la construcción de un puente dorado entre los planos físico, emocional, mental, intuitivo, átmico, monádico y divino. En realidad, la ceremonia de Wesak es un gran trabajo de construcción de una línea de comunicación entre materia y espíritu, o entre los siete planos de la existencia. Las ceremonias que los Maestros están celebrando con iniciados y discípulos avanzados son un proceso de creación de un tremendo campo electromagnético para invocar, evocar, recibir, asimilar e irradiar estas energías en todos los planos; no sólo en el nivel humano sino también en los siete planos físicos cósmicos. Por ejemplo, cuando Ellos forman la estrella de cinco puntas, cantan sus mantrams, y expanden Sus antenas (Su antahkarana o el antahkarana grupal) en los éteres cósmicos superiores, Ellos absorben la energía de Sirio.

Efectúan siete formaciones cuando forman estos siete símbolos:
Un círculo, un círculo con un punto en el centro, dos círculos concéntricos y una cruz dentro del círculo interior, un triángulo dentro de un círculo, un triángulo de tres pétalos sobreimpuestos y que se extienden más allá de los tres lados del triángulo, la estrella de seis puntas y la estrella de cinco puntas.

Estos siete símbolos se refieren también a los siete rayos, a los siete planos y a los siete centros. Básicamente, estos siete símbolos evolucionan de los tres símbolos originales.

Hay una gran vida relacionada estrechamente con nuestro sistema solar, con nuestro Logos Solar y con nuestro pequeño planeta. La energía de esta gran Vida, de este gran Imán, penetra en nuestro sistema solar, en nuestro planeta, y en cada átomo, cada célula y cada forma, liberando progresivamente la chispa latente en ellos. El gran proceso de expansión desarrolla y libera al espíritu en la materia, en la forma, y crea todos los reinos, todas las relaciones, toda la belleza y la armonía, y revela la síntesis. La energía motivadora, el impulso y el ímpetu de este gran movimiento hacia la espiritualización es la energía de la Libertad. La Libertad está o yace debajo o detrás de todo progreso.La leyenda del Wesak – Mundo Pránico

En cada hombre existe la Cordillera Himaláyica y un Valle de Wesak, con la roca y el cáliz encima de ésta. Alcémonos sobre la roca de nuestra realidad espiritual, y elevemos nuestro cáliz de amor, luz y sacrificio a las energías de libertad, alegría, bienaventuranza y luz que ingresan, y fomentemos el progreso y la liberación de la humanidad hacia su Futuro glorioso.

Torkom Saraydarian

Extractado de Sinfonía del Zodíaco
por Pablo Cáceres

El Sendero de Probación.

El Sendero de Probación.

Preparación para la Iniciación.

El Sendero de Probación señala una etapa de la vida del hombre en la cual se coloca definitivamente del lado de las fuerzas de la evolución, trabajando al mismo tiempo en la construcción de su propio carácter. Entonces se controla a si mismo, cultiva las aptitudes que le faltan y procura dominar su personalidad.

La analogía entre el período prenatal del ser humano y el desarrollo del espíritu interno es sumamente interesante. Se la puede considerar así.

1.- El momento de la concepción, que corresponde al de la individualización.
2.- La gestación de nueve meses, que corresponde a la rueda de la vida,Samsara, el ciclo de múltiples
encarnaciones.
3.- El nacimiento, que corresponde a la primera iniciación.

El Sendero de Probación equivale al último período de la gestación. Por la primera iniciación este niño comienza el peregrinaje en el Sendero. No entraréis al Reino de los Cielos si no os hacéis como niños. Ya se ha establecido una estructura del recto vivir, recto pensar y recta conducta. A esto se le llama carácter y tiene que ser algo vital e internamente vivido. El destino inmortal de cada uno de nosotros consiste en alcanzar la consciencia del Yo Superior (Ser), y después del Espíritu Divino (Mónada). Cuando la forma está preparada, cuando el Templo de Salomón ha sido edificado, entonces entra el Ser y la gloria del Señor cubre su Templo. La forma se hace vibrante. Tal es la diferencia que existe entre la teoría y el lograr que esa teoría sea parte de uno mismo. La forma puede ser modelada de acuerdo a lo divino hasta donde sea posible; puede ser una excelente copia, pero faltarle el principio Crístico interno. El gérmen ha estado allí, pero aletargado. Entonces, es estimulado y traído a la vida y así se logra la Primera Iniciación.

Mientras el hombre se encuentra en el Sendero de Probación, primeramente se le enseña a conocerse a sí mismo, a darse cuenta de sus debilidades y a corregirlas, y se lo mantiene generalmente durante varias vidas en esa clase de trabajo, sobre el que es instruido en el plano físico. Más tarde, y a medida que progresa, se le enseñan los rudimentos de la Sabiduría Eterna y entra en los grados finales del Aula de la Instrucción como discípulo aceptado. Es conocido por un Maestro y está al cuidado, para su enseñanza y adiestramiento, de alguno de los iniciados discípulos de ese Maestro. Estos son los Hermanos Mayores que vigilan a su hermano menor y son responsables ante el Maestro de su progreso, debiendo informar sobre él con regularidad. El Karma es el árbitro de esta relación.

Los iniciados de primero y segundo grado dan clase a los discípulos aceptados durante el período entre dos encarnaciones en el tercer subplano del plano astral, lográndose así la continuidad de la enseñanza.

Los discípulos más avanzados y los que están próximos a la Primera Iniciación, trabajan en lo que podría llamarse el trabajo departamental y forman un grupo de auxiliares de los miembros de la Jerarquía. Se les llama Servidores y constituyen un círculo más interno que el de los hombres y mujeres de buena voluntad. Estos últimos son seres humanos de tendencia espiritual, buscadores o aspirantes que no están todavía en el Sendero de Probación. Los Servidores usan como auxiliares a discípulos aceptados y aun a discípulos a prueba como una manera de que vayan recibiendo entrenamiento.

Con respecto al trabajo que hacen los Maestros a través de sus discípulos, se debe indicar que las diversas escuelas de pensamiento fomentadas por la energía de la Logia Azul son fundadas por uno o varios discípulos y sobre ellos recae la responsabilidad de los resultados y el Karma consiguiente, bueno o malo. El Maestro revela al discípulo a través de su Hermano Mayor el objetivo que se propone en el pequeño ciclo inmediato y le sugiere que sería conveniente tal o cual desarrollo. El trabajo del discípulo consiste en lograr el mejor método para obtener los resultados deseados y formular planes por medio de los cuales sea posible tener cierto éxito. Entonces comienza su tarea, funda una escuela u organización y difunde la enseñanza necesaria. Sobre él recae la responsabilidad de elegir colaboradores apropiados, transmitir el trabajo a los más capacitados y presentar debidamente la enseñanza. Todo lo que hace el Maestro es observar el esfuerzo con interés y simpatía mientras el discípulo mantenga su elevado ideal inicial y continúe con altruismo su labor.

El Maestro no es culpable si el discípulo muestra falta de discernimiento en la elección de colaboradores o evidencia incapacidad para presentar la verdad. Si lo hace bien y el trabajo progresa como es deseable, el Maestro continuará impartiendo su bendición sobre el esfuerzo. Si fracasa, o si sus sucesores se apartan del impulso original, difundiendo toda clase de errores, el Maestro omitirá su bendición, retendrá su energía y dejará de estimular aquello que es mejor que desaparezca. Las formas van y vienen y el interés del Maestro y su bendición fluirán a través de otro canal. El trabajo puede continuar por un medio u otro, pero siempre la fuerza del espíritu persistirá, destruyendo la forma allí donde sea inadecuada o utilizándola cuando satisfaga la necesidad inmediata.

Maestros y Discípulos:

Los discípulos que se hallan en el Sendero de Probación reciben instrucción en esta época particular por dos razones principales:

1.- Para probar su capacidad en el trabajo especial del futuro. Este trabajo sólo es conocido por los Guías de la Raza. Tiene que ver con la selección de aquellos que sean apropiados para vivir en comunidad a fin de dar origen a la sexta subraza. Se los prueba en distintos aspectos, muchos de los cuales son ahora incomprensibles para nosotros, y, a medida que pasa el tiempo, estos métodos experimentales serán métodos establecidos que se usarán comúnmente en el Aula de la Instrucción.

Los Maestros buscan a aquellos que han alcanzado cierto desarrollo de la intuición, lo que detectan observando el cuerpo causal. Con ellos pueden continuar confiadamente su instrucción porque saben que algunos de los hechos impartidos fueron comprendidos.

2.- Actualmente se está instruyendo a un grupo especial de individuos, que han encarnado en este período crítico de la historia del mundo, todos al mismo tiempo y en todo el planeta para hacer el trabajo de unir los dos planos, el físico y el astral por medio del etérico. Por ejemplo, la comunicación telepática con los llamados muertos, asistir desdoblado a los últimos cursos del Aula de la Instrucción en el plano astral, igual que lo hacen los desencarnados, acompañar desdoblados a los recién muertos a cruzar la frontera (los llamados protectores invisibles).

Esto supone personas que estén polarizadas en sus cuerpos mentales, bien desarrolladas y equilibradas y que puedan actuar segura e inteligentemente en este trabajo. Tiene que haber en sus vehículos etérico y astral cierta proporción de átomos del primer subplano de estos dos planos.

Al reflexionar sobre el tema de los Maestros y discípulos debemos reconocer dos cosas:

1 .- En la jerarquía nunca se duplica un esfuerzo ni se usa energía más allá de lo necesario. Esto obedece a una de las leyes universales: la Ley de Economía. A causa de ella es que se recicla la materia de los vehículos desechados. Todo consumo de energía de parte de un Maestro o Instructor está sujeto a sabia previsión y discernimiento. Así como nosotros no nos valemos de profesores universitarios para enseñar a los párvulos, tampoco los Maestros trabajan individualmente con los hombres hasta que estos no hayan llegado a cierta etapa en su evolución y estén preparados para aprovechar la enseñanza.

2.-. Debemos recordar que somos reconocidos por el brillo de nuestra luz. Esto es un hecho oculto. Cuanto más sutil es la materia de nuestros cuerpos más brillará nuestra luz interna. La luz es vibración y por la intensidad de la vibración se mide la aptitud de cada uno de nosotros. De aquí que nada puede impedir el progreso del hombre siempre que trate de purificar sus vehículos. A medida que continúa el proceso de refinamiento, la luz interna brillará con claridad cada vez mayor hasta que, cuando predomine la materia atómica (del primer subplano de cada plano) será grande la gloria del hombre interno. Todos estamos clasificados de acuerdo a la intensidad de la luz, al grado de vibración, a la pureza del tono emitido y a la claridad del color de nuestra aura. De ello depende quién será nuestro Instructor. En la similitud de la vibración está el secreto. Cuando construimos nuestros cuerpos con la debida vibración y nos ponemos a tono con la clave correcta, nada puede impedir nuestra evolución.

Además de estar agrupados por su grado de evolución, los discípulos se agrupan:

1.- como Egos, de acuerdo a su Rayo egóico.
2.- como personalidades integradas, de acuerdo al Rayo de su personalidad.

Todos están graduados y clasificados. Los Maestros tienen sus archivos, en los que, mediante un sistema incomprensible para nosotros debido a su magnitud y necesaria complicación, se guardan las fichas que están a la disposición del Choan de cada Rayo, pues cada Rayo posee su propia colección. Estas fichas están divididas en secciones: encarnados, desencarnados, aceptados, avanzados, etc., y se encuentran bajo el cuidado de guardianes subalternos. Los Señores del Karma o Lipikas con sus numerosas huestes auxiliares las utilizan más frecuentemente. Se encuentran en su mayoría en los niveles inferiores del plano mental y en los superiores del plano astral para que sean más accesibles a su uso.

Deberes de los Discípulos.

Cuando un discípulo a prueba es aceptado, pasa a integrarse a alguno de los grupos internos que existen en la periferia de los Ashramas, según cuál sea el Rayo de su Ser. Allí es donde se le asigna un hermano mayor, y es a través de ese grupo que queda afiliado a la Jerarquía. Junto con ingresar, se compromete a cumplir tres tareas:

1.- Servir a la Humanidad.
2.- Cooperar en el Plan de los Grandes Seres, tal como lo ve y de la mejor manera posible.
3.- Desarrollar los poderes de su Ego y expandir la consciencia hasta que pueda actuar en los tres planos de los tres mundos (físico, astral y mental) obedeciendo a la guía de su Yo Superior y no a los dictados de su triple naturaleza inferior,

El discípulo comienza a comprender el trabajo grupal y a trasladar su centro de actividad desde sí mismo (como un eje alrededor del cual todo gira) al centro del grupo. Debe comprender además en forma simultánea la relativa insignificancia de cada unidad de consciencia y también su vasta importancia. Su sentido de la proporción debe ser justo y ver las cosas y las personas tal como son, verse a sí mismo tal como es internamente, y tratar de llegar a ser aquello que es.

El discípulo comprende la vida, o el aspecto fuerza de la naturaleza, y no le atrae la forma. Se reconoce como un centro dentro de otro centro mayor de fuerza y adquiere la responsabilidad de dirigir la energía que fluye de él hacia los canales por medio de los cuales el grupo pueda beneficiarse.

El discípulo reconoce que es en mayor o menor grado una avanzada de la consciencia del Maestro, considerando al Maestro en un sentido dual:

a) como su propia consciencia egóica.
b) como el centro de su grupo, fuerza que anima a las unidades del grupo, uniéndolas en un todo homogéneo.

El discípulo transfiere su consciencia de lo personal a lo impersonal y durante la etapa de transición soporta necesariamente muchas dificultades. Estas provienen de dos causas:

a) del yo inferior del discípulo que se rebela a la transmutación.
b) de su entorno inmediato, de amigos y familiares que protestan por su creciente impersonalidad en el plano físico, y por sentirse separados de él con respecto a deseos e intereses. No obstante, la ley prevalece: sólo cabe verdadera unidad en la vida esencial interior. En el descubrimiento de las limitaciones de la forma radica gran parte de las dificultades del discípulo; pero el camino conduce inevitablemente a la perfecta unión.

El discípulo reconoce su responsabilidad con respecto a todas las personas que estén bajo su influencia, es responsable en cooperar con el plan de evolución tal como es y así hacerlos
expandir su consciencia y enseñarles la diferencia entre lo real y lo irreal, entre la vida y la forma. Esto podrá demostrarlo más fácilmente con su propia vida, su objetivo, su meta y su centro de consciencia.

El Trabajo a Realizar:

El discípulo tiene distintos objetivos paralelos:

1.- Respuesta sensitiva a la vibración del Maestro o Instructor.

2.- Pureza de vida práctica, no teórica.

3.- Liberación de la preocupación. Se debe tener presente que la preocupación se basa en lo personal y es el resultado de un exagerado apasionamiento y de una respuesta inmediata a las vibraciones de los mundos inferiores.

4.- Cumplimiento del deber. Involucra cumplir desapasionadamente con todas las obligaciones y reconocer las deudas kármicas (Cumple con tu deber inmediato). Deben conceder especial importancia al valor del desapasionamiento. La falta de discernimiento no es un obstáculo para el discípulo porque se corrige al aumentar la amplitud de su mente (expansiones de consciencia); pero sí lo es frecuentemente la falta de desapasionamiento. Desapasionarse significa obtener ese estado de consciencia donde se logra el equilibrio y no domina ni el placer ni el dolor, porque han sido reemplazados por la alegría y el gozo. Se debe reflexionar bien sobre esto porque es necesario realizar un gran esfuerzo para obtener el desapasionamiento.

5.- Se ha de estudiar el cuerpo astral (o emocional). Dicho vehículo es el más potente en este sistema solar, como lo fue el físico etérico en el sistema anterior y lo será el mental en el próximo.

6.- El discípulo tiene que trabajar conscientemente en la construcción del cuerpo físico. Debe esforzarse de tal forma que produzca en cada encarnación un cuerpo físico que le servirá mejor como vehículo. De ahí que no sea inútil dar información sobre las iniciaciones. No hay momento en el día en que no se pueda vislumbrar esa meta y llevar a cabo el trabajo de preparación en el que el hombre asume plenamente sus responsabilidades y se descubre a sí mismo. Ve clara su meta y planifica el tipo de actividad que lo llevará a ella, lo que continúa durante todo el período del discipulado. Laboriosa y cuidadosamente fuerza su atención dirigida hacia su meta. Ha comprendido que su Ser quiere expresarse a través de su triple personalidad y procura perfeccionar sus vehículos.

Cuando el discípulo está dedicado a cumplir estos objetivos, recién comienza la actuación de los Instructores de la Jerarquía, proporcionando al candidato la debida enseñanza en el plano físico, la que incluye la técnica de la meditación.

Alice A. Bailey

Más Información:
Bailey, Alice A.- Iniciación Humana y Solar.- Editorial Fundación Lucis
Bailey, Alice A.- Cartas sobre Meditación Ocultista.- idem

 

 

Las Etapas de la Meditación

Las Etapas de la Meditación

En la meditación distinguimos nueve etapas:
1.- Correcta conducta (Yama y Niyama)
2.- Postura (Asana)
3.- Respiración (Pranayama)
4.- Alineamiento
5.- Fijación en un punto (Pratyahara)
6.- Concentración (Dharana)
7.- Meditación (Dhyana)
8.- Contemplación (Samadhi)
9.- Iluminación

1.- Correcta Conducta.- Es la disciplina del triple hombre inferior, la lucha con los elementales físico, astral y mental. Es abstenerse de los siguientes actos erróneos:
a) Ofensividad
b) Falsedad
c) Robo
d) Descontrol a nivel instintivo (gula, sexo, pereza)
e) Avaricia y codicia

Cultivar, en cambio, las virtudes opuestas:
a) Inofensividad
b) Veracidad
c) No codiciar bienes ajenos
d) Autocontrol de los instintos
e) Contentarse con lo que se tiene

Esto se entiende que abarca los tres planos: físico, astral y mental. Además, debe cultivarse:
1.- Ardiente inspiración
2.- Lecturas espirituales
3.- Devoción al Ser

2.- Postura.- La postura adoptada debe ser estable y cómoda. Para el occidental, no tiene sentido atormentar el cuerpo tratando de dominar alguna de las posturas del Hatha Yoga, que son tan cómodas para los orientales. Basta con sentarse en una silla confortable, de preferencia baja, con la columna recta, los pies naturalmente cruzados, izquierdo sobre derecho, la mano izquierda sobre la derecha, palmas hacia arriba, apoyadas en el regazo, los ojos cerrados y la barbilla retraída.

3.- Respiración.- Es la regulación de las fuerzas sutiles del cuerpo. Prana no es el aliento, sino la energía vital (E 7) que circula por el cuerpo etérico. Lo que importa es establecer un ritmo entre la inhalación y la exhalación. Puede hacerse al estilo yoga o al estilo budista (concentrándose en el Hara).

La respiración tiene que ser inaudible y, cuando el ritmo está bien establecido, el meditante tiene la sensación de no estar respirando. Es que el acto de respirar se ha profundizado y está funcionando a nivel etérico. Esto significa que hay una sincronización perfectamente balanceada.

La punta de la lengua va apoyada detrás de los incisivos superiores para conectar los dos canales principales del cuerpo (nadis) y permitir que la saliva fluya naturalmente hacia la faringe, de modo que su abundancia no sea motivo de distracción.

Los Siete Rayos

Los Siete Rayos

Toda la Manifestación – lo que llamamos Universo – está regida por los Siete Rayos que emanan del Absoluto a través de la Trinidad o Ley de Tres; Trinidad que está en el origen de las grandes religiones:

Taoismo Yang – Yin – Tao
Hinduismo Brahma – Shiva – Visnú
Catolicismo Padre – Hijo – Espíritu Santo

Esta trinidad está formada por los tres primeros rayos, llamados Rayos de Aspecto: Voluntad-Poder, Amor-Sabiduría e Inteligencia Activa. De este tercer Rayo se derivan los otros cuatro llamados Rayos de Atributo: Armonía a través del Conflicto, Conocimiento Concreto, Devoción-Fanatismo y Magia-Ceremonial.

Considerándolos a escala humana, todos nosotros debiéramos tener – en teoría – cinco de estos siete rayos. Decimos en teoría porque eso depende de nuestro nivel de ser. Quienes no han empezado aún un Camino de Crecimiento, tienen los rayos que rigen sus tres cuerpos:

Cuerpo físico-etérico 7 Rayo Magia – Ceremonial
Cuerpo emocional 6 Rayo Devoción – Fanatismo
Cuerpo mental 5 Rayo Conocimiento Concreto

Lo habitual es que predomine uno de estos tres cuerpos, que es quien decide el rumbo que toma la vida de esa persona. En este mismo orden, Gurdjieff los denominaba: Hombre 1, Hombre 2 y Hombre 3.

Después de un largo y difícil Trabajo sobre Sí – basado en la Auto-observación – la persona consigue desarrollar un Yo permanente que controla a esos tres cuerpos, es la Personalidad Integrada, Hombre 4 en la terminología de Gurdieff. Esa Personalidad tiene su Rayo propio, que puede ser cualquiera de los siete.

Es la Personalidad Integrada – Hombre 4 – quien postula a la primera iniciación, la que empieza a sentir la influencia del Rayo de su Yo Superior, que puede ser cualquiera de los siete. Una vez iniciado, recién puede decir que tiene cinco Rayos.

Características de los Rayos.

Primer Rayo de Voluntad – Poder:

Virtudes Especiales.- Fortaleza, valor, constancia, veracidad proveniente de la absoluta falta de temor, poder de gobernar, capacidad para captar las grandes controversias con amplitud de criterio, para manejar a los hombres y tomar decisiones.

El Poder del Pensamiento

El Poder del Pensamiento

Evidentemente existe un vasto lapso en la historia entre el método original de comunicación humana por medio del mensajero, a pie o a caballo, y la máxima realización científica de interacción telepática que anulará el tiempo y la distancia.

En nuestra actual etapa de evolución estamos llevando a cabo un experimento o investigación sobre las funciones mentales comunes del género humano. Gran parte de esta investigación científica no sólo es un esfuerzo para analizar y comprender la calidad y la motivación de la inteligencia, el estimulante causal de los procesos mentales y la parte que desempeña el pensamiento en la relación entre la mente y el cerebro, sino que también constituye un estudio precursor de la mente como un centro de energía y de la actividad del pensamiento como utilización de la energía mental.

A medida que prosigue este trabajo, podemos estar seguros que el mundo sutil de la mente acortará más aún las distancias de tiempo y espacio que durante tanto tiempo han servido para separar a los hombres de los diferentes países, limitados por las fronteras terrestres y marítimas. Aunque desde el punto de vista de las ciencias físicas, es relativamente reciente la búsqueda secuencial planificada en la naturaleza de la mente, como parte vital y determinante del mecanismo humano.

Muchos grupos y escuelas metafísicas durante siglos han basado su trabajo y actividades sobre el empleo de la mente consciente como intérprete de los planos de la conciencia sobrenatural o espiritual, y como trasmisor de energía desde esos reinos superhumanos de vida y pensamiento. “El significado principal de la palabra metafísica deriva de la denominación que Aristóteles mismo dio a las discusiones de la Primera Filosofía o Teología, que trataba de la naturaleza del ser, con la causa o génesis y de la existencia de Dios”, (Diccionario Internacional de Webster).

Al considerar el aspecto energía de la mente como un medio de hacer contacto con la naturaleza del ser, con la existencia de Dios y con el poder del pensamiento, como afluencia de energía dirigida y controlada, agregamos aire y fuego a los elementos que el hombre ya ha dominado, proveyendo así un paso progresivo hacia el completo control del medio ambiente natural por parte del hombre, es decir, los elementos de tierra, agua, aire y fuego.