Transcendiendo las Emociones Negativas a través de la Meditación

Transcendiendo las Emociones Negativas a través de la Meditación

Para transformar nuestras negatividades necesitamos sólo contactar con ellas, en forma astuta y gentil. Verdaderas o falsas, no tienen solidez. Cuando nuestros pensamientos y conceptos cambian, nuestras actitudes también cambian, dejando disponible una energía flotante y libre. Es la energía que había sido bloqueada por la rigidez de nuestras negatividades. Mientras más soltamos sus ataduras, más energía fluye.

Cuando estás haciendo esfuerzos por controlar tus pensamientos es precisamente cuando llegan a ser más perturbadores. La mente se vuelve muy sensible cuando tratamos de trabajar con ella. Nuestra consciencia es entonces tridimensional. Cuando estás en cierta longitud de onda ocurren cosas no usuales frente a las cuales necesitamos estar alertas. La frustración siempre está en acecho, tentándonos y jugando con nosotros. Mientras más
rápido abramos los ojos, más pronto podremos contraatacar las negatividades que aparezcan.

Fascinación y ansiedad:
Constantemente codiciosos, somos atraídos por lo que tienen los otros, quedando atrapados en una continua búsqueda y aferramiento. Nuestra mente, cansada y distraída, deja pasar las oportunidades de realización. Nos apegamos a los mensajes que nos envían las percepciones de nuestros sentidos y nos falta la calidez nutriente del flujo natural de nuestros propios sentimientos y sensaciones. Más que enfocarnos en ellos, lo hacemos en nuestros pensamientos acerca de las sensaciones que experimentamos, lo que no nos da mucha satisfacción. Cuando nos damos cuenta de esta situación, podemos ver que es causada por una sutil progresión psicológica: el querer alcanzar aquello que nos fascina conduce a la ansiedad, esta a la insatisfacción, y la insatisfacción nos lleva a un nuevo intento por alcanzar aquello que codiciamos. Estamos atrapados en esta progresión porque nuestros pensamientos sobre lo que nos fascina no pueden satisfacernos, ellos no tienen una sustancia real. No podemos cogerlos, es como ir hacia el final del arco iris. Mientras más los perseguimos, más ansiosos y frustrados estaremos.

Las Etapas de la Meditación

Las Etapas de la Meditación

En la meditación distinguimos nueve etapas:
1.- Correcta conducta (Yama y Niyama)
2.- Postura (Asana)
3.- Respiración (Pranayama)
4.- Alineamiento
5.- Fijación en un punto (Pratyahara)
6.- Concentración (Dharana)
7.- Meditación (Dhyana)
8.- Contemplación (Samadhi)
9.- Iluminación

1.- Correcta Conducta.- Es la disciplina del triple hombre inferior, la lucha con los elementales físico, astral y mental. Es abstenerse de los siguientes actos erróneos:
a) Ofensividad
b) Falsedad
c) Robo
d) Descontrol a nivel instintivo (gula, sexo, pereza)
e) Avaricia y codicia

Cultivar, en cambio, las virtudes opuestas:
a) Inofensividad
b) Veracidad
c) No codiciar bienes ajenos
d) Autocontrol de los instintos
e) Contentarse con lo que se tiene

Esto se entiende que abarca los tres planos: físico, astral y mental. Además, debe cultivarse:
1.- Ardiente inspiración
2.- Lecturas espirituales
3.- Devoción al Ser

2.- Postura.- La postura adoptada debe ser estable y cómoda. Para el occidental, no tiene sentido atormentar el cuerpo tratando de dominar alguna de las posturas del Hatha Yoga, que son tan cómodas para los orientales. Basta con sentarse en una silla confortable, de preferencia baja, con la columna recta, los pies naturalmente cruzados, izquierdo sobre derecho, la mano izquierda sobre la derecha, palmas hacia arriba, apoyadas en el regazo, los ojos cerrados y la barbilla retraída.

3.- Respiración.- Es la regulación de las fuerzas sutiles del cuerpo. Prana no es el aliento, sino la energía vital (E 7) que circula por el cuerpo etérico. Lo que importa es establecer un ritmo entre la inhalación y la exhalación. Puede hacerse al estilo yoga o al estilo budista (concentrándose en el Hara).

La respiración tiene que ser inaudible y, cuando el ritmo está bien establecido, el meditante tiene la sensación de no estar respirando. Es que el acto de respirar se ha profundizado y está funcionando a nivel etérico. Esto significa que hay una sincronización perfectamente balanceada.

La punta de la lengua va apoyada detrás de los incisivos superiores para conectar los dos canales principales del cuerpo (nadis) y permitir que la saliva fluya naturalmente hacia la faringe, de modo que su abundancia no sea motivo de distracción.

El cuerpo en la Meditación

El cuerpo en la Meditación

Cualquiera que esté interesado en la meditación debe pensar en el cuerpo, porque el Hermano Asno no permitirá que lo ignoren. Pocas son las áreas de la experiencia humana donde la interacción de mente y cuerpo sea tan importante y tan delicada como aquí.

Al acercarnos a las religiones orientales, la atención que se pone en el cuerpo llama mucho la atención. Es con el cuerpo que todas las cosas comienzan, y la meditación es un arte que enseña el uso de los ojos, pulmones, abdomen, espina dorsal, etc. Además es importante el lugar de la meditación, que esté impecable, que sea una habitación tenuemente iluminada o un espacio ampliamente abierto. Y por supuesto, la meditación es buena para la salud física y mental. Puede ser que en un templo Zen les digan que el sazen los hará más resistentes al resfrío y la gripe, y que, mediante una práctica constante, tendrán una mayor oportunidad de supervivencia frente a la amenaza de la contaminación ambiental.

Una vez asistí a una convención sobre meditación en un templo Zen cerca de Kyoto. Unos expertos hablaron de Yoga, de Budismo Esotérico y de Zen. Nos sentamos silenciosamente en el gran salón de meditación y también hicimos ejercicios de yoga, esmerándonos según nuestras habilidades. Estos fueron una preparación para una posterior entrada en samadhi, y realmente creo que pueden ser sólo eso. Oímos charlas acerca de la técnica de la meditación, como tensar y relajar, como sentarse y todo eso. Uno de los expositores hizo un gran diagrama del cuerpo humano en el que explicaba los chakras, – esos centros de energía psíquica de que habla el yoga – la circulación de la respiración a través del cuerpo, y todo lo demás. Al final de cada meditación cantábamos al unísono: Om, shantih, shantih !

Lo más sorprendente del encuentro fue la carencia de una fe común. Nadie parecía siquiera levemente interesado en lo que cualquier otro creyera o no creyera, y nadie, hasta donde yo recuerdo, mencionó tampoco el nombre de Dios. Era sólo meditación, y sólo fueron tratados los aspectos físicos. Sin embargo, éstos se discutieron con gran detalle, incluyendo hasta el impacto de la meditación en la vida sexual.

El Silencio

El Silencio

El silencio es un objetivo, un método, un estado de consciencia, una metáfora y un camino. Mientras el silencio es muchas cosas en muchos tiempos, es por lo menos una metáfora y como todas las metáforas puede eventualmente ser subestimada. El término silencio, como muchas otras palabras o conceptos, permite conocer la geografía de la atención siendo un indicador para este tema en particular. Pero como la balsa de la que Buda habla, que es útil para atravesar el río, pero la que debe más tarde ser abandonada al llegar a la otra orilla; es así como el silencio puede ser utilizado mientras sea necesario, pero inevitablemente debe ser abandonado.

Al alcanzar niveles superiores de consciencia, uno va encontrando distintos tipos de silencio. Hay un silencio interior y uno exterior, y uno que trasciende el interior y el exterior, un silencio de la respiración, un silencio del cuerpo, un silencio sin palabras y un silencio cuando el mundo está quieto, un silencio donde no hay sonido y un silencio que puede ser escuchado, un silencio que es un pasaje al vacío y un silencio de la mente en que no hay pensamiento. Hay un silencio que es una respuesta, un silencio que es más verdadero que las palabras. Esto hace recordar el pasaje de Lao Tsé: El que sabe no habla: el que habla no sabe. Hay que tener precaución de no darle a las palabras un significado que no tienen. Es difícil no ver la doble ironía al hablar del silencio. Parte de la enseñanza del Vajrayana Tibetano es que la verdad es lo que se experimenta y se adquiere por el que ha logrado el estado de iluminación. El resto de nosotros sólo puede destacar, hacer algunos gestos y tratar de compartir algunas reflexiones acerca del silencio.

Qué es lo que hacemos cuando buscamos el silencio durante la meditación? Desde un punto de vista práctico, la primera impresión es que se requiere de la calma para lograr el silencio. Suponemos que el silencio no se encuentra en medio de los sonidos distractores. Es al mismo tiempo muy claro de que el silencio no se encuentra sólo por la virtud de encontrarse en un lugar calmo.

Búsqueda de la Visión Interior

Búsqueda de la Visión Interior

La persona estudia la naturaleza de la materia y descubre que es una manifestación de la Mente. No tiene dicotomías. A través de la reflexión sobre la mente sabe que las explicaciones de la evolución universal son ciertas sólo desde el punto de vista relativo. Que todo son manifestaciones mentales, procesos, energías, principios, substancias. Así alcanza la comprensión de la unidad suprema de todas las cosas, impidiendo que cualquiera apariencia contraria lo aparte de esa concepción. Está convencido del hecho de que en cada aliento y cada pensamiento él está participando en la construcción de este universo en una tarea común con la Mente Universal.

Después que el vacío se llena con la presencia del Puro Pensamiento, el hombre vuelve a los contenidos de la consciencia normal sin sentir que cruza un abismo de diferencias, con el resultado de que tiene menos dificultades para establecer un vínculo de continuidad y armonía con relación a sus experiencias previas. Su atención reflexiva se dirige a su vida activa cotidiana, tanto en relación con su pensamiento cuanto a cualquier acto que realice su cuerpo. Disciplina su consciencia, para mantener la idea corporal sin identificarse con ella, para funcionar por medio de los cinco sentidos sin dejar de funcionar en la Mente Infinita.

A medida que continúa uniendo la reflexión metafísica con la contemplación mística, surge dentro de él una nueva facultad que no tiene las limitaciones del intelecto razonador ni la parcialidad emotiva del rapto místico. Es superior a ambos. En sánscrito se llama a este estado de consciencia “aquello que está lleno de todo”.

Esto provoca una iluminación que va más allá del yoga común. Se produce una elevación de toda la naturaleza del aspirante. Pero a pesar de la repentina aparición de esta visión interior hace falta tiempo para que alcance su madurez. Hasta no llegar a una etapa continua, natural, alcanzada sin esfuerzo, no ha llegado al grado final.

Este estado carente de esfuerzo sólo se produce después de un largo noviciado. La consciencia Trascendental sólo se manifiesta manteniendo constantemente enfocada la Realidad a lo largo de todo el día. Se debe mantener el estado de alerta como proceso ininterrumpido de armonización de la Mente no manifestada, con sus ideas siempre presentes.

Más allá de los significados

Más allá de los significados

El camino espiritual no necesariamente significa pasarse una vida estudiando Filosofía o hablando acerca de enseñanzas espirituales. En orden a que el camino espiritual tenga valor real para nosotros, debemos realizar su verdad directamente. Cómo podemos aplicar los conceptos altamente abstractos del Dharma en nuestra vida? La respuesta yace en la meditación. No es que nosotros pensemos acerca de esos conceptos en la meditación, sino que, por medio de la meditación llegamos a realizaciones que nos ayudarán a integrar esas enseñanzas en nuestras vidas. Somos atraídos a estudiar estas enseñanzas para futuras aplicaciones e intuiciones. La meditación también usa estas mismas realizaciones para ayudarnos a contactar un interno estado de alerta (awareness) el que podemos usar directamente. Cuando aprendemos a palparlo, la aparente barrera entre la meditación y nuestra mente samsárica se derrumba.

La mente es mucho más que un simple órgano en el cual surgen los pensamientos. Para algunos, la mente es el medio de desarrollar la meditación. En el más amplio sentido, la naturaleza de la mente es meditación. Meditación es el proceso de trabajar con cualquiera que sea el nivel de la mente que estemos experimentando.

El más profundo nivel es directa experiencia. Inmediatamente ello da lugar a la formación de imágenes, y estos a su turno conducen a la interpretación de conceptos. Este último nivel de interpretación y conceptos es lo que usualmente consideramos el fundamento de nuestra realidad, pero en verdad esos conceptos son de segunda mano. Ellos han sido removidos lejos de la experiencia directa.

Al nivel de conceptos e ideas, nos enfocamos sobre significados, a veces aún mirando por significados detrás de significados. Pero un significado es nada en sí mismo, tiene valor sólo en relación con otros significados. Moverse de concepto en concepto, cada uno creado por el anterior, es una persecución en la que se gasta tiempo y energía. Vistos de esta manera, los significados representan samsara: el movimiento circular de una rueda que constantemente da vueltas. Nunca podremos ser libres hasta que no realicemos la postrera inutilidad de perseguir este ciclo. Cuando vemos que no tenemos que asignarle significado a ninguna cosa, cuando permitimos que las cosas sean simplemente como son, descubrimos en ellas su naturaleza intrínseca.