
La Superación del Resentimiento
En nuestro trabajo de crecimiento personal enfrentamos cada día muchos desafíos que nos obligan a estar siempre alertas para superarlos. Si somos capaces de ver con honestidad cuáles son nuestras fortalezas y debilidades a medida que se nos presentan los problemas, habremos logrado una meta importante en el camino de nuestra superación personal. Sin embargo, esta no es tarea fácil. No nos gusta reconocer nuestras faltas y menos aún que sean otros los que nos las hagan ver.
Cuántos amigos se pierden en el camino de la vida por esta razón!
Si realmente fuéramos sinceros con nosotros mismos, estaríamos conscientes de que nuestras emociones negativas bloquean las energías que necesitamos para sentirnos bien física, psíquica y espiritualmente, y nos esforzaríamos en erradicarlas. No sólo nos beneficiaríamos nosotros sino también aquellos con quienes nos relacionamos.
Una de las emociones negativas más frecuentes y más difícil de superar es el resentimiento. Aquellas personas que nos han hecho daño siguen siendo nuestros deudores aunque haya pasado mucho tiempo. No importa que estén muertos o con vida, ya que el dominio del oscuro recuerdo no respeta fronteras. Tampoco hay diferencia en que el odio y el deseo de venganza se anuden en nuestro corazón desde la niñez o desde el ayer reciente. Nuestro tiempo psíquico es inmóvil. Por eso siempre estos recuerdos acechan, para surgir disfrazados de distintos temores cuando la oportunidad se presenta propicia. Esos temores son el veneno que debemos probar cada vez. El recordar a los que nos han causado sufrimientos, como también hechos y circunstancias dolorosas, abren de nuevo nuestras heridas. Repasamos con amargura esas situaciones y
la idea de desquitarnos puede obsesionarnos. Pero debemos considerar el hecho de que siempre es mejor vivir el presente que quedarnos atrapados en un pasado doloroso lleno de resentimientos y culpas.
Viviendo en forma sana y positiva cada momento de nuestra vida, es posible mirar con optimismo el futuro, y los buenos sentimientos que se originan allanan el camino hacia la curación definitiva.