Isaac Asimov
Ibis
No hay nada tan apasionante como la historia de la ciencia: allí podemos experimentar el gozo y la excitación de una gran batalla contra lo desconocido. Los giros equivocados, las pistas falsas, la elusiva verdad casi capturada medio siglo antes de su tiempo, el profeta olvidado, la falsa autoridad, la suposición oculta y el silogismo de cartón, todo agrega suspenso al combate.
Caer en la falacia que sólo cuenta el último descubrimiento científico es como suponer que sólo cuentan las hojas y flores del árbol, es ignorar que éste tiene un tronco que se hunde firmemente en el suelo. Pero agreguemos una nueva dimensión y éste se convierte en el árbol de la ciencia, un objeto viviente permanente, no un súbito resplandor de flores de una mañana de primavera.
Asimov nos entrega diecisiete ensayos sobre la historia de la ciencia: el sistema binario, los números imaginarios, las paradojas del éter, el flogisto, el gaélico químico, las leyes mendelianas, los grupos sanguíneos, la forma de la tierra, etcétera.