Vivir como si la Naturaleza importara

El término “Ecología Profunda” fue acuñado por Arne Naess y se refiere a un enfoque profundo y espiritual sobre la naturaleza, el que se deriva de una apertura más sensitiva hacia nosotros mismos y hacia la vida que nos rodea. La esencia de la ecología profunda brota, pues, naturalmente, del hecho de preguntarnos en profundidad sobre la vida humana, la sociedad y la naturaleza.

La ecología profunda es mucho más que una aproximación fragmentaria a los problemas medioambientales, una aproximación que intenta articular una visión religiosa y filosófica comprehensiva sobre el mundo. Sus fundamentos hay que buscarlos en aquellas intuiciones y experiencias con respecto a nosotros mismos y a la naturaleza que surgen espontáneamente de la conciencia ecológica junto a ciertas visiones naturales sobre la política y la sociedad.

La mayor parte de sus temas de interés son los tópicos que han preocupado a la filosofía y a la religión de todos los tiempos. Qué significa ser un individuo único? Cómo puede el ser individual conservar y potenciar su singularidad sin dejar de participar en un sistema global en el que no existe discontinuidad entre el ser y el otro? Una perspectiva verdaderamente ecológica puede conducir a aquello que Theodore Roszac denomina “el despertar de una totalidad que es algo más que la suma de sus partes. El espíritu de tal disciplina es, pues, contemplativo y terapéutico.”

La conciencia ecológica y la ecología profunda se hallan en abierta contradicción con la visión del mundo imperante en las sociedades tecnocrático-industriales que consideran que los seres humanos estamos aislados y separados y que debemos ejercer nuestro poder sobre el resto de la creación. Esta visión del ser humano como una especie superior que se halla separada de la naturaleza es una manifestación de un patrón cultural que ha venido obsesionando a la cultura occidental desde hace miles de años, el concepto de “dominio”: el dominio de la humanidad sobre la naturaleza, de lo masculino sobre lo femenino, de los ricos y los poderosos sobre los pobres, y, en suma, de la cultura occidental sobre la cultura oriental.